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Si digo: Vepřo-knedlo-zelo podrás pensar que se trata de algún conjuro de cualquiera de las películas de Harry Potter, pero no. Es el plato típico de la República Checa. Un país que es conocido por su cerveza, pero mucho menos conocido por todo lo que la acompaña, y hay que decir que también es muy bueno.
Sus platos se basan sobre todo en los productos que crecen en el microclima que disfruta el país sobre la región de Bohemia. Verduras, frutas del bosque, setas, pescado (trucha y carpa sobre todo y más bien en Navidad que en cualquier otra época del año) y por supuesto, la caza son protagonistas en algunos de sus platos más relevantes.
Como ya anticipábamos, una de las recetas que hay que conocer es Vepřo-knedlo-zelo que es el plato nacional y además está buenísimo. Se trata de un guiso a base de cerdo asado acompañado de pasta y col. En la región de Bohemia, la col es ácida y si lo haces en la de Moravia, la col es dulce. En cualquier caso, se trata de un plato muy elaborado en el que intervienen desde las semillas de comino hasta leche pasando por huevos, sal o cerdo. En cualquier caso, se trata de un festival culinario que acompaña perfectamente a cualquiera de las estupendas cervezas que se encuentran en restaurantes y bares del país.
Foto: Blog.svetemvina.cz
Svíčková na smetaně. No hace falta que trates de pronunciarlo. Para pedirlo, bastará que lo señales con el dedo porque está en las cartas de muchos de los restaurantes del país. Es un plato laborioso y lento en su elaboración. La clave, el solomillo de ternera marinado más tierno que pueda encontrarse y la deliciosa salsa de color anaranjado que lo acompaña. Es naranja porque está hecha sobre todo de zanahoria, aunque también lleva apio, raíz de perejil y cebolla. El plato, viene rematado por una cucharada de nata y de una especie de mermelada de arándanos que le da un contraste dulce increíble.
Foto: Martin Strachoň | Wikimedia
Por último, os presentamos el Španělský ptáček que literalmente significa “pajarito español”. No tiene nada que ver con un pájaro. Es más, ni siquiera se parece, pero se llama así porque supuestamente, fueron cocineros españoles los que llevaron la receta hasta allí en la época de la emperatriz María de Austria (o Habsburgo) que nació en Madrid y reinó a finales del siglo XVI. El plato consiste básicamente en dos filetes de ternera, un par de salchichas, mostaza, cebolla, huevo duro, sal, pimienta, aceite y una cebolla. Una fiesta, vamos.
Foto: Pastorious | Wikimedia
Si eres uno de esos afortunados moteros que puede aprovechar y desplazarse hasta el Gran Premio de la República Checa, te damos también una excusa para disfrutar de su gastronomía. Que como puedes ver, es ideal para cualquiera que llegue después de hacer kilómetros y kilómetros, pero desde luego, nada recomendable para un piloto profesional el día antes de una carrera.
Foto de cabecera: Jvm | Flickr