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Foto: revista Motoclismo
Quizás no tiene la fama de los Pirineos, pero existen una gran cantidad de rutas por la Cordillera Cantábrica que son un auténtico paraíso para disfrutar a los mandos de una moto. Sus reviradas carreteras, con múltiples puertos de montaña y paisajes impresionantes, poco o nada tienen que envidiar a los de la cadena montañosa que separa España de Francia.
La Cordillera Cantábrica es una formación montañosa que se localiza en el norte de la península ibérica y que discurre paralela al mar Cantábrico. Aunque existen algunas discrepancias acerca de su extensión, hoy en día se considera que la cordillera comienza al este entre Cantabria y Palencia, y termina al oeste en Lugo, con León y Asturias en su zona central. De este modo, se extiende por cinco provincias y hasta cuatro comunidades distintas.
¿Cuánto dura la ruta transcantábrica en moto?
Para recorrerla en moto, lo correcto es emplear un mínimo de dos días, aunque es cierto que, si quieres conocerla en profundidad y coronar todos sus puertos, deberás destinar más días.
De todos modos, la ruta transcantábrica que te proponemos, empieza en la localidad palentina de Aguilar de Campoo y termina en la ciudad de Lugo, es muy variada y transcurre por los que hemos considerado como los lugares más emblemáticos de la cordillera.
Con cerca de 300 km cada día y más de 5 horas sobre la moto, de acuerdo a lo que indica Google Maps, te aseguramos que vas a quedar más que satisfecho y contento al final de cada una de las dos jornadas. Para pernoctar entre el primer y segundo día hemos escogido San Martín de Teverga, un pueblo asturiano que no es especialmente grande, pero que posee todos los servicios, con buenos restaurantes y distintos alojamientos en los que dormir. Del mismo modo, te aconsejamos que prepares tu moto para la ruta y que cada jornada la dividas como mínimo en dos partes e incluso en tres, y para ello te vamos a recomendar algunos sitios para comer o tomar un café.
Etapas de la transcantábrica
Como has podido leer, en el itinerario que hemos trazado no están incluidos todos los puertos o altos de montaña de la cordillera, pero sí la mayoría de los más emblemáticos como San Glorio, Tarna, Las Señales, San Isidro o La Cobertoria, incluidos en la ruta del primer día, y San Lorenzo, Somiedo, Leitariegos o el Acebo, en la del segundo.
Para realizar esta ruta debes tener en cuenta que la Cordillera Cantábrica es una de las zonas más frías y húmedas de España, por lo que es recomendable que planees este viaje para hacerlo entre mayo y septiembre, siendo los meses de junio y julio los más apropiados. Aun así, tienes que saber que aún en pleno verano las temperaturas nocturnas pueden descender por debajo de los 10 °C y no es improbable que llueva en algún momento.
Aguilar de Campoo-Teverga (5 h 17 mim – 284 km)
Aguilar de Campoo (CL-626) – Cervera de Pisuerga (CL-627 y CA-184) – Potes (N-621) – Puerto de San Glorio (N-621) – Boca de Huérgano (N-621) – Riaño (N-625 y CL-635) – Puerto de Tarna (LE-333) – Puerto de Las Señales (LE-333) – Puebla de Lillo (LE-331) – Puerto de San Isidro (AS-112) – Valdeoreyo (A-66 o AS-375) – Pola de Lena (AS-230) – Alto La Cobertoria (AS-230) – Bárzana (AS-229) – Caranga de Abajo (AS-228)- San Martín de Teverga
Arrancamos por la mañana en Aguilar de Campoo, localidad famosa por su olor a galleta. Y es que en esta población del norte de Palencia se producen muchas de las galletas que consumimos habitualmente en España. Comenzamos el recorrido por la CL-626 que discurre cerca del gran embalse de Aguilar. Al llegar a Cervera de Pisuerga continuamos por la CL-627, que pasa por el desfiladero de la Hoz y el mirador de Piedrasluengas, y que cambia a CA-184 al entrar en Cantabria. Recorremos una parte del Valle del Liébana mientras disfrutamos de un entorno muy verde hasta llegar a Potes, donde tomamos la N-621 hacia el puerto de San Glorio, una subida con muchas curvas y muy buen asfalto que merece la pena conocer.
Justo al coronar el puerto nos adentramos en la provincia de León y en la bajada conviene tomarse las cosas con más calma, porque el asfalto no es igual. Continuamos por la misma carretera hasta llegar a Boca de Huérgano, en cuya travesía disponemos de varios restaurantes de fácil acceso, en los que podemos tomar un café. Igualmente, podemos seguir unos pocos kilómetros y parar en El Mentidero de Riaño, famoso por su tortilla de patatas y tostadas variadas. Antes de continuar, merece la pena gozar con las vistas hacia el embalse de Riaño y su espectacular entorno dominado por el esbelto Pico Gilbo, conocido también como “el Cervino leonés”.
La ruta continúa por la CL-635 que asciende hasta el puerto de Tarna y que es otra carretera espectacular para recorrerla a los mandos de una moto. El paisaje del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre es muy bonito, pero en este tramo merece la pena concentrarse en la conducción y disfrutar de nuestra máquina. Justo al llegar a la cima del puerto nos desviamos hacia la izquierda por la LE-333. A escasos 3 km llegamos al puerto de las Señales por un tramo de carretera estrecho y parcheado, por el que no conviene correr mucho. Este sí es un buen momento para apreciar el paisaje montañoso y mirar a la derecha hacia los impresionantes Picos de Europa, los “vecinos grandes” de la Cordillera Cantábrica y una muy buena opción para hacer una ruta en primavera. Continuamos por la carretera hasta llegar a Puebla de Lillo, donde podemos parar a comer en alguno de sus restaurantes como pueden ser Madrid o Mirasierra.
Tras reponer fuerzas, el itinerario continúa por la LE-331 que nos lleva hasta el puerto de San Isidro. Tanto la subida por la vertiente leonesa, como la bajada por el lado asturiano hasta llegar a (AS-112), son de ese tipo de carreteras que no vamos a olvidar y en las que se disfruta mucho. Más adelante podemos coger un tramo de la autovía a-66 o circular por la AS-375 que discurre junto a ella y, en ambos casos, vamos a llegar a Pola de Lena. Sin apenas descanso, giramos a la derecha hacia la AS230, una carretera mítica para los motoristas asturianos, muy retorcida y muy técnica, que sube hasta el alto la Cobertoria. El descenso tampoco nos va a dejar indiferentes e igualmente es preferible que vayamos muy concentrados y gozando de la conducción. La carretera cambia a AS-229 en Bárzana y nos lleva hasta el cruce con la AS-228, en el que giramos hacia la izquierda con rumbo hacia San Martín de Teverga, el lugar elegido para nuestro merecido descanso. Este último tramo de carretera, sin apenas cambios de nivel, discurre junto al río Teverga y la conocida senda del Oso, muy popular entre los aficionados al senderismo.
Teverga-Lugo (5 h 38 min – 290 km)
San Martín de Teverga (AS-265) – Puerto de San Lorenzo (AS-265) – La Riera (AS-227) – Puerto de Somiedo (LE-495) – Vega de Viejos (CL-626) – Villablino (CL-626) – Caboalles de Abajo (LE-497) – Puerto de Leitariegos (AS-213) – Cangas del Narcea (AS-15) – Rebollar (AS-212) – San Antolín de Ibias (AS-210) – Marentes (LU-702 y LU-P-3601) – Alto del Acebo (LU-701) – Fonsagrada (LU-530) – Lugo
Tras haber descansado, comenzamos de nuevo nuestra ruta transcantábrica en moto y nos ponemos otra vez en “modo curvas”, pues justo en San Martín de Teverga comienza el ascenso al puerto de San Lorenzo por la AS-265. La primera parte es muy bonita, con muchos cambios de dirección, pero sin apenas curvas cerradas. Sin embargo, antes de coronar deberemos trazar varias paellas y estar atentos porque podemos encontrarnos con vacas o caballos sueltos por la carretera, especialmente a primera hora de la mañana. La bajada es similar, con un asfalto con buen agarre, y nos lleva hasta el cruce de la Riera, donde tomamos la AS-227 que al principio discurre muy encajonada entre montañas y luego comienza a ascender hacia el puerto de Somiedo.
Al ser parque natural, es una zona muy turística, por lo que en algunas épocas del año podemos encontrar tráfico lento provocado por vehículos semipesados. Antes de llegar a la cima del puerto, entre las localidades de Pola de Somiedo y La Peral, hay varios sitios conocidos entre los aficionados a la fauna silvestre y en los que no es difícil avistar osos. Justo arriba del puerto entramos de nuevo en la provincia de León y descendemos por la LE-495 hasta Vega de Viejos. Aquí tomamos una carretera estrecha, pero recientemente asfaltada, hasta llegar al cruce con la CL-626, punto en el que termina el valle de Babia y comienza el valle de Laciana, ambos declarados Reservas de la Biosfera. La carretera nos lleva hasta Villablino, la “capital” del último valle citado, donde podemos parar a tomar un café en alguno de sus múltiples bares. El Asador Marga puede ser el elegido y en él podemos aprovechar para probar embutidos típicos de León como el chorizo o la cecina, entre otros.
Tras el avituallamiento continuamos nuestra ruta transcatábrica por la CL-626 hasta Caboalles de Abajo, donde comienza la LE-497 que asciende al puerto de Leitariegos y en la que se han celebrado múltiples pruebas del Campeonato de España de Montaña, caracterizado por carreras en subida. Tanto en el ascenso al puerto por la vertiente leonesa, como en el descenso por el lado asturiano, la carretera es amplia y con curvas de todo tipo, por lo que hay que prestar especial atención al velocímetro.
Una vez llegados a Cangas de Narcea por la AS-213, nos desviamos hacia la izquierda por la AS-15 que pasa por la Reserva Natural de Muniellos. Poco antes de llegar a Degaña giramos a la derecha hacia la AS-212. Es una carretera entretenida y con muy poco tráfico, en la que podemos buscar un restaurante para comer. Tenemos la opción de parar en Sisterna en el Restaurante Tixileiro, un establecimiento en el que se come “a la carta”, o continuar hasta San Antolín de Ibias y degustar un menú en el restaurante Hermanos Leiguarda.
Continuamos por la AS-210 hasta Marentes, localidad que nos da acceso a la provincia de Lugo por la LU-702 y que tras cruzar el puente de Boadil construido sobre la cola del embalse de Salime, se convierte en LU-P-3602, una carretera con buen asfalto y repleta de curvas que nos lleva hasta el alto del Acebo y en la que es probable que no coincidamos con ningún otro vehículo. Aquí seguimos hasta Fonsagrada por la LU-701, una carretera revirada, pero más amplia, donde tomaremos la LU-530 que nos lleva hasta Lugo, el punto final de nuestra ruta transcantábrica. Como recompensa, podemos cenar degustando un rico “pulpo á feira con cachelos” en alguno de los múltiples restaurantes que hay en esta ciudad gallega.
