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Averías en moto más comunes: el motor

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Las motos disponen de numerosos componentes en movimiento, sometidos a esfuerzos constantes, a importantes cambios de temperatura y, casi inevitablemente, al castigo de los elementos. Con su uso se genera siempre un desgaste y con el tiempo pueden sufrir diferentes tipos de averías. ¿Tu moto no arranca? ¿Hace sonidos raros? ¿El motor ha perdido potencia? Te explicamos cuáles podrían ser las averías en moto más comunes y cómo intentar evitar que aparezcan.

Motero sobre una moto parada, averías en moto
Averías en moto más comunes: el motor

Son muchos los componentes que forman parte de una moto y que pueden presentar averías. Hay que tener presente que, realizando un correcto mantenimiento a nuestra moto, podemos evitar que aparezcan problemas mecánicos, aunque todos los componentes, por muy cuidados que estén, acaban por envejecer y, en un momento u otro, terminarán por ceder.

Podemos distinguir entre varios tipos de averías generales en función del área donde aparezcan, principalmente averías de motor, transmisión, suspensión, frenos, neumáticos y eléctricas. Estas últimas puedes consultarlas aquí. Hoy vamos a centrarnos en las averías que podemos encontrarnos en el propulsor de nuestras motos.

Averías de motor en la moto

Normalmente las averías en el motor las podremos advertir por la presencia de líquidos en el exterior de la moto, pérdidas de potencia, consumo excesivo de carburante o lubricante, ruidos extraños, fallos de funcionamiento o, directamente, si la moto no arranca.
Vamos a facilitaros a continuación una serie de indicaciones generales para poder saber qué puede estar pasando a la moto si presenta alguno de estos problemas.

Averías en moto: mi moto pierde líquidos

La pérdida de fluidos no tiene por qué implicar una avería importante en un motor, pero deberemos prestarles atención. Lo primero que hay que identificar es qué tipo de fluido es y de dónde está saliendo. Hay tres tipos de líquidos que podremos encontrarnos: lubricante, refrigerante o carburante.

La gravedad también dependerá del nivel de líquido perdido y de qué tipo sea. Una fuga de lubricante que deje una gota en el suelo de forma ocasional o manche un poco el motor por el exterior no es grave, pero una pérdida de carburante, sea como sea, puede resultar una avería en moto extremadamente peligrosa.

Una vez localizado el punto de la fuga se podrá valorar la reparación, ya que en algunos casos esta puede ser muy sencilla, como cuando pierde el tapón del cárter o uno de los manguitos que están a la vista. Por otro lado, existen otros supuestos que pueden requerir complejas operaciones mecánicas, que siempre es mejor dejar en manos de un taller especializado, como los fallos de los retenes del cigüeñal.
Es importante también llevar los fluidos en el nivel correspondiente, ya que, al igual que un nivel bajo, un exceso puede ocasionar problemas.

Averías en moto: mi moto pierde potencia:

Si nuestra moto pierde potencia podemos estar frente a muy diversos tipos de problemas. Lo primero será comprobar el estado del filtro del aire, ya que una obstrucción o un exceso de impurezas pueden ocasionar que el motor no rinda correctamente. Además, suele estar localizado en una zona muy accesible, con lo que será sencillo de comprobar.

Será necesario comprobar también el estado de las bujías. En algunas motos esto es muy sencillo, mientras que en otras se requiere desmontar algunas tapas o paneles para acceder a las mismas. En las bujías deberemos comprobar la coloración del electrodo y la separación de este.

El color que adquiere la zona del electrodo en las bujías nos indicará si la combustión en nuestro motor está siendo correcta. Un tono marrón claro es señal de que la combustión es correcta, mientras que tonos negros, blancos, residuos, o la presencia de humedad, indicará un problema en el motor. Si la bujía no es muy vieja, puede que limpiarla solvente temporalmente el problema.

Puede que se trate también de un problema de alimentación. ¿Nuestra moto es carburada? Pues toca revisar el carburador, ya que es posible que tenga algo de suciedad en su interior. Una correcta limpieza y ajuste del mismo debería devolver la potencia a nuestra moto.

Si tenemos un modelo de inyección, hay varios puntos que pueden causar el problema. Los inyectores pueden estar sucios o desgastados, lo que causaría una incorrecta mezcla con la consiguiente perdida de prestaciones. También podemos encontrar problemas en el caudalímetro o alguno de los sensores que miden los parámetros que usa la ECU para realizar los cálculos de inyección.

Además, la bomba de gasolina debe dar una presión determinada, y si no es la correcta podría llegar a dejarnos tirados en cualquier momento. Además, hay que comprobar el estado del filtro de gasolina, ya que podría requerir ser cambiado.

Algunos de estos supuestos requieren de herramientas especializadas para su control, por lo que la mejor opción, llegados a este punto, será pasar por nuestro taller de confianza para que analicen el problema.

Averías en moto: mi moto consume mucho

Al igual que cuando nuestra moto pierde potencia, si el carburante se nos agota más rápido de lo normal puede ser debido a un filtro de aire o de gasolina en mal estado que provoque un incremento del consumo de nuestra moto, por lo que es importante que nos aseguremos del correcto estado de estos componentes.

También los inyectores pueden ser los culpables si estos no sellan bien y gotean o, en el caso de la carburación, tenemos mal ajustada la mezcla. En estos dos casos lo normal es que las prestaciones de la moto se vean afectadas, pero según por dónde circulemos y la gravedad del problema, podría ser imperceptible. Es muy importante revisar también la velocidad del ralentí, ya que si está acelerado incrementará el consumo.

También es conveniente saber que nuestra moto puede requerir un carburante de mayor octanaje. En contra de lo que mucha gente piensa, usar un carburante de 98 octanos en una moto que no está ideada para su uso no afectará en nada a su rendimiento. Sin embargo, en el caso contrario, una moto cuyo motor requiera de carburante de 98 octanos sí que verá disminuido su rendimiento y además aumentará su consumo si utiliza la de 95.

Otro elemento que puede incrementar el consumo es la presión de los neumáticos.
Llevarlos muy bajos provocará una mayor resistencia al avance de las gomas, lo que se traducirá en un incremento en el consumo. Este puede ser provocado también por un incorrecto ajuste de válvulas, si bien en estos casos la perdida de rendimiento suele ser también evidente.

El lubricante también es importante. Usar el aceite adecuado para nuestra moto hará que consuma lo justo y necesario. Eso sí, si nuestra moto consume aceite, será seguramente un problema de desgaste interno del motor. Las guías de válvulas o los segmentos de los pistones pueden tener ya muchos kilómetros y ocasionar que pase lubricante a la cámara de combustión, lo que aumentará el consumo. En ocasiones esto lo podemos remediar escogiendo un lubricante más viscoso.

Además, un problema de lubricación podría ocasionar el gripaje del motor y la consecuente pérdida de potencia de manera notable, llegando a pararse del todo. Esto también puede suceder si la refrigeración del motor está en mal estado, sufriendo un sobrecalentamiento.

Averías en moto: El motor de mi moto hace ruido

Uno de los problemas que más consultas ocasiona es el ruido de alguna parte del motor.
Hay que tener en cuenta que, sin escuchar el ruido en vivo y directo, es complicado diagnosticar qué problema puede tener el motor. Además, cada modelo de moto tiene su propio tono, y en función de la temperatura del motor los sonidos suelen cambiar.

Generalmente los ruidos más comunes son provocados por el golpeteo de las válvulas. Un castañeo constante en la parte alta del motor nos lo indicará claramente. Esto se soluciona con un reglaje de válvulas que nos permita ponerlas en la tolerancia que deben tener. Además, al ganar temperatura el motor, este problema en concreto debería ir desapareciendo.

Puede ser también que tanto la propia cadena de distribución, como alguno de sus tensores o patines, estén ya viejos. Esto ocasionará un ruido constante en uno de los laterales del motor. El problema es que para su comprobación es necesario en muchas ocasiones extraer el motor de la moto para abrirlo. Con la temperatura debería mejorar algo el ruido, pero la mejor solución es la prevención, usando el lubricante correcto y no forzando la moto cuando está fría.

Si lo que escuchas es un siseo intermitente es posible que tengas una fuga de gases en algún punto. Comprueba que la bujía esté bien asentada, la junta de la culata por su parte exterior, y las juntas del escape y de la admisión. El propio tubo de escape podría tener también una perforación que cause la perdida de gases.

Averías en moto: mi moto no arranca o se para

Este es el peor de los supuestos, ya que no podremos circular. Si nuestra moto no arranca, generalmente se debe a un problema eléctrico, sobre todo de batería, de algún fusible, uno de los sensores de la moto, o las bujías en muy mal estado. Comprueba también el estado de los cables y las pipas de estas, ya que a veces pueden rajarse y desviar la tensión directamente a masa.

Si todo lo anterior está bien, es posible que sea un fallo en la alimentación, como la bomba de carburante, un filtro obstruido, el grifo de gasolina en mal estado, escasez en el depósito o que el mismo no ventila bien por un problema en el tapón.

Si has descartado que sea un problema eléctrico, de alimentación o encendido, el problema estará en el interior del motor.

Lo ideal sería realizar una prueba de compresión, para comprobar si los cilindros tienen una buena compresión, ya que de no ser así la mezcla de aire y gasolina tendrá serios problemas para encender correctamente.

Para realizarla se requiere de un aparato específico para su medición y de los conocimientos adecuados, por lo que te recomendamos que acudas a tu taller para realizar esta prueba diagnóstica.

También podría ser que la distribución esté fuera de punto, lo que causará que la moto no arranque o que lo haga a duras penas, funcionando luego muy mal o parándose.

Para comprobar esto se requieren herramientas especializadas, por lo que te recomendamos que pidas cita en tu taller de confianza para evitar averías mayores.

Otra posibilidad es que tengamos una toma de aire en algún tubo de vacío de la admisión. Esto en ocasiones es muy complicado de comprobar, ya que algunos tubos pasan por zonas de difícil acceso pero, si podemos comprobarlos, bastará con una inspección visual y aplicar compresión con los dedos para comprobar si están rajados en algún punto. Esta tarea es algo laboriosa pero al menos no requiere de herramientas. Si encontramos uno en mal estado, su cambio debería solucionar el problema.

Estas son, entre otras, algunas de las averías en moto que podremos encontrar relacionadas con el motor de nuestra moto. Recuerda que el mantenimiento adecuado te evitará muchas preocupaciones y ayudará a ir con tranquilidad a tu revisión de la ITV.

Ante cualquier duda, consulta a tu taller.

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