¡Hola a todos! A estas alturas, creo que es sabido lo que disfruto de un Gran Premio. La emoción del fin de semana es brutal y la satisfacción cuando las cosas salen bien es indescriptible, pero son días muy intensos. Cada GP es un mundo en el que tienes que aislarte del resto, por eso necesito volver a casa al acabar para reconectar con la realidad.
Cervera, mi pueblo, es mi punto de partida. Tener la certeza de que ahí va a predominar la tranquilidad me reconforta, porque no hay nada como tener la calma de estar en el sitio de siempre. Una vez llego, lo primero que hago es pasear a los perros. Tengo la suerte de tener mucho campo al lado de casa, por lo que ellos y yo disfrutamos como niños de esas caminatas entre hierbas y tierra. Eso sí, no se me puede hacer muy tarde porque no concibo terminar el día sin ir a ver a mi abuelo. Hacer ambas cosas me ayuda a darme cuenta de que ya estoy de nuevo en el pueblo.
Hoy en día es más difícil planear muchas cosas ahora que, pero los planes con mis amigos también estaban a la orden del día. Los fines de semana sin carrera, ya que ellos trabajan entre semana, siempre organizábamos algo. Piscina, comida, barbacoa… Cualquier cosa nos venía bien para distraernos. Solíamos cenar en un restaurante italiano del pueblo y pedir una pizza o ir a un asador. Siempre entran una butifarra a la brasa y mongetes, ya sabéis, lo típico de la zona. Aunque si tuviera que elegir un sitio, voto por comer en casa.
También había tiempo para el deporte y me unía a sus “pachanguitas” de pádel o iba a entrenar con ellos, en al equipo de fútbol sala que tienen montado. Con la lesión del brazo es más difícil, porque tengo que ir con mucho cuidado, pero meses atrás era una manera de compartir mis ratos de ejercicio con ellos. Cuando pueda volver, lo daré todo de nuevo, porque no concibo practicar un deporte sin ir a tope.

Todo lo suelo hacer en Cervera: desde entrenar a cortarme el pelo, o pasar mi tiempo libre… No tanto ir al supermercado, solo hago cuando tengo que sobrevivir de alguna manera, pero todo lo que puedo lo hago allí. Para mí, volver a mi pueblo es señal de paz y, sin duda, el lugar ideal para prepararme mentalmente para la siguiente carrera.
¡Un saludo a todos los seguidores de Box Repsol!