Cultura Motera

Distancia de seguridad: qué es y cómo calcularla

8 minutos 23/10/2025 Última actualización: 30/10/2025

Mantener la distancia de seguridad es una de las reglas más básicas —y a la vez más ignoradas— de la conducción responsable. Pero ¿sabemos realmente qué es, cuál es la distancia recomendada, cómo calcularla y qué tecnologías nos ayudan a conservarla? Además, ¿qué sanciones existen por no respetarla y cómo influye en la distancia de frenado?

Distancia de seguridad: qué es y cómo calcularla

¿Qué es la distancia de seguridad?

La distancia de seguridad o de detención es el espacio que cualquier conductor debe dejar entre su vehículo y el que le precede. Gracias a ella, podrá detenerlo en el caso de que tenga que realizar una frenada brusca, sin llegar a tener un accidente.

¿Qué factores influyen en la distancia de seguridad?

Hay que tener en cuenta que la distancia de seguridad consta de dos fases. La primera es la distancia de reacción, que es el espacio que recorre el vehículo desde que el conductor se percata de que debe pisar el pedal de freno, hasta que lo pisa y el vehículo comienza a detenerse. Esta distancia no siempre es la misma, pues depende de factores como pueden ser los reflejos del conductor, la edad, el cansancio o la falta de concentración causada por el uso del teléfono móvil, el equipo de música, etc. El consumo de alcohol o drogas, además de la ingesta de comidas copiosas, también pueden repercutir negativamente sobre la distancia de reacción.

La segunda fase es la distancia de frenado, que es el espacio que recorre el vehículo desde que se presiona el freno hasta que se detiene por completo. Igualmente, esta distancia depende de aspectos como la velocidad, las condiciones de la carretera, el estado de los neumáticos y los frenos, además del tipo de vehículo y su peso. Está claro que no frena igual un coche deportivo dotado de componentes de alta gama, que un utilitario de carácter económico. También la distancia de frenado aumenta dependiendo de si un vehículo circula solo con el conductor o si va más o menos cargado. A mayor masa, mayor inercia, y esto afecta directamente a la deceleración que se produce al frenar.

La temperatura y las condiciones meteorológicas son otros detalles que pueden afectar a la distancia de frenado. Un vehículo se detendrá en menos metros al frenar sobre un asfalto seco y caldeado por el sol, que al hacerlo sobre uno frío y/o húmedo.

Circular detrás de un vehículo pesado o de grandes dimensiones puede dificultar la visión hacia delante. En este caso es aconsejable conducir con mayor precaución y ampliar la distancia de seguridad.

¿Cuál es la distancia de seguridad recomendada?

Como se puede entender de acuerdo con lo explicado con anterioridad, no existe una distancia de seguridad fija para todos los vehículos. Sí es cierto que, tratándose de coches, se dice que cuando se circula a 120 km/h se deben dejar entre 2 o 3 segundos de separación entre vehículos. De este modo, se reduce el riesgo de colisión en el caso de que haya que frenar de manera repentina debido, por ejemplo, a una retención en el tráfico. Para saber a cuántos segundos circulamos con respecto al coche que nos precede, se puede calcular la distancia de seguridad utilizando el truco de contar 1001, 1002, 1003…, al mismo tiempo que fijamos la vista en un punto fijo junto a la carretera como puede ser una señal. Sin embargo, cuando se circula por túneles o de noche, además de reducir la velocidad, la distancia de seguridad recomendada se debe aumentar hasta 4 segundos como mínimo.

Cómo calcular la distancia de seguridad adecuada

Siguiendo con los coches, se puede decir que existen un par de fórmulas populares que, sin ser totalmente precisas, sí que pueden ayudar a calcular la distancia de seguridad aproximada. Tanto en la fase de reacción, como en la de frenado.

La distancia de reacción se puede calcular multiplicando la primera cifra de la velocidad por tres. Esto quiere decir que, si se circula a 90 km/h, la distancia que recorremos hasta pisar el pedal de freno es de 9 x 3, lo que equivale a una distancia de 27 metros.

Por otro lado, la DGT sugiere una manera de calcular la distancia que se recorre durante la fase de frenado. Se trata de otro cálculo matemático conocido con la “regla del cuadrado”, y que consiste en tomar la primera cifra de la velocidad a la que se circula y multiplicarlo por ella misma. Si se circula a 90 km/h, la distancia que se recorre es de 9 x 9, lo que da un resultado de 81 metros. Si se circula a una velocidad de tres cifras, se deberán coger las dos primeras y hacer lo mismo.

Por tanto, la distancia de seguridad adecuada si se circula a 90 km/h debe ser de 108 metros, que se obtiene de sumar los 27 de la distancia de reacción, con los 81 de la distancia de frenado.

Aplicando la misma regla y si se circula a 120 km/h, la distancia de seguridad que se debe mantener es de 180 m, y esta surge de sumar 36 metros de distancia de reacción con 144 de distancia de frenado.

En algunos tipos de vías rápidas existen marcas o señales pintadas sobre el pavimento que ayudan a saber cuál es la distancia de seguridad que se debe mantener. Conocidas como galones debido a su forma en punta de flecha, la DGT recomienda que, por lo menos, se visualicen dos de ellas entre un coche y el que le precede. En el caso de vehículos pesados, la distancia recomendada se amplía a tres galones.

Recientemente, el Consejo de Ministros aprobó una modificación del Reglamento General de Circulación y, entre varias actualizaciones, está la de la incorporación a nuestras carreteras de una nueva señal que advierte de controles de la distancia entre vehículos y cuyo objetivo es el de intentar que se mantenga la distancia de seguridad mínima.

Tecnología y sistemas de ayuda para mantener la distancia de seguridad

Los coches modernos están equipados con distintos sistemas creados para ayudar a los conductores a mantener la distancia de seguridad y son denominados sistemas ADAS (“Advanced Driver Assistance Systems” o Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor). Estas tecnologías son obligatorias desde 2024 en todos los vehículos nuevos que se comercializan en la UE y las siguientes son específicas para ayudar a mantener la distancia de seguridad:

  • Control de crucero adaptativo: mantiene la distancia de seguridad y reduce la velocidad automáticamente si detecta que el vehículo que circula delante frena.
  • Sistema de frenada de emergencia: activa los frenos si percibe que el conductor no reacciona debidamente ante un obstáculo.
  • Alertas de proximidad: avisan al conductor con señales acústicas o visuales cuando considera que la distancia de seguridad es insuficiente.

¿Cuál es la sanción por no guardar la distancia de seguridad?

La multa por no mantener la distancia de seguridad es de 200 euros y supone la pérdida de 4 puntos en el carnet de conducir. En cambio, si provoca un accidente o el agente que la impone la considera una conducción temeraria, la multa asciende a 500 euros y resta 6 puntos al carnet.

¿Es posible reducir la distancia de frenado?

Por supuesto que es posible mejorar la seguridad al frenar y lograr que la distancia de frenado sea más corta. Aparte de un buen mantenimiento del vehículo en apartados como los frenos, los neumáticos o las suspensiones, existen otros aspectos que contribuyen a que las frenadas se realicen de manera más segura y efectiva:

  • Conocer el vehículo: familiarizarse con la forma que tiene de frenar cada vehículo, de cómo responde al pisar el pedal del freno y de cómo actúa al entrar en acción el ABS.
  • Volante recto: sujetar el volante con fuerza en la posición que mantiene el coche en línea recta mientras se realiza una frenada enérgica o de emergencia. Dar un volantazo a alta velocidad mientras se frena puede traducirse en una pérdida del control del vehículo.
  • Adaptar la conducción a cada situación: ajustar la velocidad de acuerdo con la meteorología y las condiciones del tráfico. Igualmente, se debe reducir la velocidad mientras se circula por túneles o de noche.

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