De leyenda

Álex Crivillé, patrimonio del motociclismo español

1999 fue el año que marcó un hito inolvidable en el motociclismo español. Álex Crivillé, a lomos de una de las motos más icónicas de la historia, la NSR500, lograba el primer título de Campeón del Mundo de Motociclismo en la Categoría Reina. Fue el primer español en lograrlo y lo hizo acompañado del patrocinio de Repsol.

Álex Crivillé en el box junto a su NSR500
Álex Crivillé, patrimonio del motociclismo español

La última temporada de la década de los 90 estaba compuesta por 16 carreras y fue el año en el que se incorporaron por primera vez los circuitos de Phakisa Freeway en Sudáfrica, Motegi en Japón, Ricardo Tormo en Valencia y Sepang en Malasia. En ese mismo año, a su vez, el Mundial de Motociclismo visitó por última vez los trazados de Imola en Italia, Paul Ricard en Francia y el Autódromo de Buenos Aires en Argentina.

Cuatro fueron los pilotos que en esa temporada defendieron los colores del Equipo Repsol Honda: el australiano Mick Doohan, el japonés Tadayuki Okada y los españoles Sete Gibernau y Álex Crivillé quien, tras lograr un subcampeonato en el 96, tan solo le faltaba un escalón para lograr el cetro mundial.

GP de Malasia:

La temporada arrancó en Malasia con la incorporación del circuito de Sepang y con Álex Crivillé en quinta posición de parrilla, aunque por poco tiempo. Tan pronto como el semáforo se puso en verde adelantó a tres de los cuatro pilotos que le precedían y, antes de terminar la primera vuelta, ya había dado caza al líder de la prueba, John Kocinski. Crivillé mantuvo un gran duelo por la posición con el piloto norteamericano, aunque fue otro de esa misma nacionalidad, Kenny Roberts Junior, quien se hizo con el liderato de la prueba. Esta lucha en pista hizo que Álex se quedara sin neumáticos y, en meta, tuvo que conformarse con la tercera plaza. La victoria fue para Roberts Jr. mientras Doohan era cuarto y Okada quinto.

GP de Japón:

La segunda carrera del año estrenaba el trazado de Motegi. El circuito, propiedad de Honda, prometía un espectáculo de frenadas y aceleraciones, pero lamentablemente el tiempo no acompañó en todo el fin de semana. Una mala clasificación colocaba a Álex Crivillé en novena posición en la parrilla de salida, aunque al igual que en la primera prueba del Mundial, su buena arrancada y su habilidad para remontar en carrera le llevaron hasta una meritoria cuarta posición. Su gesta lo dejó casi a las puertas del podio.

GP de España:

El Mundial de Motociclismo llegó a España y no pudo arrancar de peor manera. En el transcurso de los entrenamientos oficiales, el piloto del Equipo Repsol Honda Mick Doohan tuvo un grave accidente y a consecuencia de ello el australiano se vio en la obligación de dejar la temporada. En su recuperación no pudo superar las secuelas físicas del incidente y, lamentablemente, no volvió nunca más a competir en el Mundial. Una gran pérdida para el equipo y para el motociclismo. En ese aciago Gran Premio de España, Álex Crivillé tuvo la oportunidad de homenajear a su compañero de equipo logrando la pole, la vuelta rápida y una gran victoria que presagiaba lo que estaba por llegar.

Álex Crivillé celebrando su victoria en el GP de España de 1999 en Jerez

GP de Francia:

El circuito de Paul Ricard se despedía como circuito oficial del Mundial y Álex Crivillé quería repetir la victoria que había logrado la temporada anterior. Volvió a calificar quinto y, pese a salir tan retrasado, Álex no tardó en colocarse en puestos de podio. A falta de diez giros para la finalización de la carrera no se conformó con hacerse con el liderato de la carrera, tiró de tal manera que llegó a meta con una ventaja de 10 segundos sobre el estadounidense John Kocinski.

GP de Italia:

Mugello vivió un caluroso GP en 1999 tanto en el ambiente como en pista. Álex Crivillé arrancó desde la segunda posición de la parrilla pero la perdió con el semáforo en verde en favor de un recién lesionado Max Biaggi que partía decimotercero y remontó hasta superar al piloto catalán. La carrera fue un toma y daca constante entre el italiano y el español aunque fue este último quien se llevó el gato al agua en el GP de Italia. La diferencia entre Álex y Max fue tan solo de dos décimas. El tercer escalón del podio fue para otro piloto del Equipo Repsol Honda, Tadayuki Okada.

GP de Cataluña:

El Gran Premio de Catalunya es uno de los que mejores recuerdos que tiene de aquella temporada el Equipo Repsol Honda. En poco más de diez vueltas, Álex Crivillé llegó a liderar la carrera tras salir cuarto y siempre seguido muy de cerca por sus dos compañeros, Tadayuki Okada y Sete Gibernau. En el decimoquinto giro Okada se hizo con la primera plaza mientras Crivillé se descolgaba hasta la tercera posición tras su otro compañero, Sete Gibernau. Espoleado por el ambiente que se vivía en las gradas y las ganas de lograr su cuarta victoria consecutiva de la temporada, Álex comenzó a recortar segundo a segundo a sus compañeros hasta darles caza y adelantarlos. La vuelta final, en una lucha titánica con Okada, fue de infarto, aunque la victoria cayó esta vez del lado del piloto español por tan solo 61 milésimas. La foto de los tres pilotos del Equipo Repsol Honda en el podio de Montmeló ya es, sin ninguna duda, historia del motociclismo.

Triplete del Equipo Repsol Honda en el GP de Cataluña de 1999. Álex Crivillé, Tadayuki Okada y Sete Gibernau

GP de Holanda:

La racha de Álex Crivillé llegó a su fin en el circuito de Assen. Tras salir cuarto y tratar de remontar algunas posiciones, el tren delantero de su NSR500 perdió adherencia en una curva a derechas en la quinta vuelta y Álex tuvo que dejar la carrera. Con la moto destrozada contra el airfence, Crivillé vio como Okada se llevaba la victoria y Sete Gibernau era tercero.

GP de Gran Bretaña:

Con ganas de recuperar los puntos perdidos en el GP de Holanda, Álex Crivillé se clasificó en la primera línea de parrilla en Donington Park justo por detrás del poleman Okada. Tras una mala salida, Crivillé quedó relegado hasta la sexta posición mientras que el japonés se mantenía en cabeza. Como en otras ocasiones y utilizando todas sus armas, el de Seva comenzó a remontar hasta colocarse, en la vuelta 11, en cabeza de carrera. Pese a tener la presión de varios pilotos, finalmente Álex logró la victoria con una diferencia de medio segundo sobre Okada y marcando la vuelta rápida.

GP de Alemania:

En el GP de Alemania que se disputó en el trazado de Sachsenring, Álex Crivillé salió en décima posición. Esta mala calificación parecía que iba a condicionar el resultado final, pero como nos tenía acostumbrado, volvió a protagonizar una gran remontaba hasta la segunda posición donde, desde la vuelta 14 hasta el final de la carrera, se mantuvo en una dura lucha con la Suzuki de Kenny Roberts Jr.

Álex Crivillé mirando para atrás en su NSR500

GP de la República Checa:

Brno fue escenario de la décima prueba de la temporada. Crivillé partió desde la segunda posición en parilla desde la que luchó por mantener puestos de podio durante las primeras vueltas del Gran Premio. Llegados a la recta final de la carrera se colocó líder, pero en el último giro Okada le adelantó y logró cruzar la línea de meta en primera posición. Este último esfuerzo le valió al piloto japonés para adjudicarse la vuelta rápida en carrera. La diferencia en meta entre los dos pilotos del Equipo Repsol Honda fue de un escaso cuarto de segundo.

GP de Imola:

En el último GP de Motociclismo celebrado en Ímola, Crivillé salió desde la primera posición de parrilla. Nada más arrancar la carrera Kenny Roberts Jr., la mayor amenaza para Crivillé a esas alturas de la temporada, se pegó al colín del español hasta lograr adelantarlo. Vuelta a vuelta y con Álex y Okada estando delante, la moto del piloto norteamericano se desinfló y perdió posiciones. El final de la carrera fue un emocionante duelo con Álex Barros que terminó segundo a solo dos décimas del de Seva por delante de Biaggi que completó el podio. Okada finalizó cuarto y Roberts sexto.

GP de Valencia:

Cita histórica que se vivió en Cheste con la celebración de la primera carrera oficial del Mundial de Motociclismo. La lluvia quiso hacer acto de presencia en esta gran cita y la carrera, a pesar de que había zonas secas, fue declarada en mojado. En estas circunstancias Álex Crivillé decidió salir con neumáticos intermedios en ambas ruedas, mientras que otros pilotos montaban opciones mixtas de lluvia y seco. Esta decisión fue determinante puesto que a pocas vueltas del final el neumático trasero de Álex perdió tracción y lanzó al piloto por los aires, acabando así con cualquier posibilidad de lograr algún punto de cara al título mundial.

GP de Australia:

Con cuatro carreras para que terminara la temporada y el 0 de Valencia, Álex no quiso arriesgar mucho en Phillip Island. Saliendo en duodécima posición, el piloto español recuperó algunas posiciones y rodó casi toda la prueba entre la quinta y la sexta plaza. Terminó la cita australiana en una discreta quinta posición mientras su compañero de equipo Okada se hacía con una reñida victoria.

GP de Sudáfrica:

El trazado de Phakisa Freeway, también llamado Welkom, era nuevo para toda la parrilla. La primera vez en la que corrió en este trazado Álex salió desde la sexta posición y se colocó segundo a las primeras de cambio. Mantuvo esta cómoda plaza hasta las últimas vueltas, cuando Sete Gibernau lo superaba y lo relegaba al tercer cajón del podio. El balance final para el Equipo Repsol Honda fue de Sete segundo, Crivillé tercero y Okada cuarto.

GP de Rio:

Y llegó el tan soñado día para el motociclismo español. El circuito Nelson Piquet de Río fue el escenario donde Álex Crivillé se coronó como Campeón del Mundo de 500 cc y logró lo que se había estado escapando entre los dedos las temporadas anteriores. Pese a salir en undécima posición y no rodar en ningún momento en cabeza, la sexta posición que consiguió Álex le convirtió automáticamente en el primer Campeón del Mundo español en la Categoría Reina del Motociclismo. Un hito que abrió las puertas a la época dorada que vivimos a día de hoy.

Álex Crivillé celebrando el título de 500cc

GP de Argentina:

El Autódromo de Buenos Aires fue el Gran Premio que despidió el Mundial y rubricó la histórica temporada que vivimos en 1999. Con el título ya en el bolsillo y sin ningún tipo de presión, Álex Crivillé tomó la última salida de la temporada en tercera posición. Kenny Roberts Jr., que había sido uno de los principales rivales por el título, se hizo con el control de la carrera desde principio a fin y venció sin ningún tipo de dificultad. Álex Crivillé, piloto del Equipo Repsol Honda, se despedía con una quinta posición final para rubricar su gran gesta.

Un piloto inolvidable que formará para siempre parte de la memoria colectiva de los amantes de las motos.

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