Por lo general, si la vendes a un particular es muy probable que obtengas algo más de dinero. Por otro lado, si la entregas a un profesional del gremio a cambio de dinero o de otra moto, es posible que la cantidad que consigas por ella sea más baja. Sin embargo, la operación será más cómoda para ti y lo más seguro es que emplees menos tiempo en ella.
Para saber cuál es el precio aproximado de tu moto, antes de acudir a un profesional para que la tase, lo suyo es que navegues por distintas páginas de internet como pueden ser Wallapop, Milanuncios o motos.net, entre otras, y mirar anuncios de modelos como el tuyo. Por lo general, tienes que tener en cuenta que los precios de los anuncios están un poco inflados y suelen ser algo más altos del valor real de cada moto. Lo más habitual en las operaciones entre particulares es se vendan a precios más bajos que los que aparecen en dichos anuncios. Rara es la vez que el comprador no regatea para lograr una rebaja en el precio e igualmente extraño es que el vendedor no ceda algo ante las peticiones del posible interesado.
¿Qué afecta al valor de tu moto?
El valor de una moto usada depende de varios factores. A la hora de fijar un precio, se deben tener en cuenta aspectos como la marca, el modelo, el año, el kilometraje y, por supuesto, el estado de conservación. También es importante verificar cómo se encuentran elementos consumibles como pueden ser los neumáticos, la cadena de la transmisión secundaria o las pastillas de freno. Igualmente hay que tener en cuenta si la moto ha seguido el plan de revisiones marcado por su fabricante y si la última revisión se le ha hecho recientemente o si va a tocar hacérsela en breve.
En el caso de que la moto haya cumplido los cuatro años desde su primera matriculación, hay que comprobar si ha pasado la ITV y si a partir de ahí la ha pasado cada dos años. No es aconsejable comprar una moto sin la ITV en vigor, porque hay que pasarla nada más adquirirla, aparte de tener que pagar por ella (el precio depende de cada Comunidad Autónoma y oscila entre 20 y 40 €), puede que tenga algún fallo o defecto que haya que solucionar y que, posteriormente, suponga una inversión económica.
De ahí la importancia de comprobar el estado de los citados elementos consumibles, que funcionan correctamente todos los elementos del alumbrado, que no existen fugas de aceite u otros líquidos, que los frenos se encuentran en buenas condiciones y que las medidas de los neumáticos se corresponden con las que aparecen en la ficha técnica. Además, las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos ponen un sello en la ficha técnica de la moto y apuntan los kilómetros que tiene en el momento pasar la inspección. De este modo se puede saber el uso que se le ha dado a la moto entre una inspección y otra, y si los kilómetros que indica en el velocímetro son los reales. Todos estos factores afectan al valor de una moto usada.
¿Cómo se puede calcular el valor de una moto?
Valor de mercado
Se suele decir que una vez que una moto nueva se matricula y se pone en marcha, solo con haber pisado la calle ya se deprecia en torno a un 15 o 20%. A partir de ahí, su precio va bajando progresivamente en torno a un 10% cada año durante los primeros tres y luego un 5% cada uno de los siguientes.
Sí es cierto que esta regla no es igual para todas las marcas y modelos de motos, y dependerá los factores explicados en el párrafo anterior, pero se puede decir que el precio en el mercado de una moto con cinco años es aproximadamente la mitad del que tenía cuando era nueva. De este modo, te puedes hacer una idea del valor de tu moto.
Lo más normal es que un modelo con más años valga menos que uno igual, pero con menos tiempo. Es cierto que una moto más antigua que esté bien cuidada y mantenida, y con menos kilómetros, puede valer más que una análoga con menos tiempo. Está claro que el desgaste que se produce en una moto con el paso de los kilómetros es un tema que se debe tener en consideración.
Si la moto se encuentra en estado original y no ha tenido caídas, esto siempre es un valor añadido. También hay que considerar si incluye accesorios opcionales, para sumar su valor al precio de la moto. Es cierto que muchas veces no se obtiene por ellos la cantidad de dinero que nos gustaría, por lo que si tienes tiempo y te manejas bien en las distintas páginas de compra-venta, puedes desmontar los accesorios e intentar venderlos por separado.
Si eres el comprador de una moto con accesorios, tienes que tener en cuenta si cumplen con la homologación necesaria. En el caso de no cumplirla y estar montados en sustitución de elementos originales, es importante incluir estos en la negociación para no tener problemas al pasar futuras ITV.
¿Existen otras maneras de tasar tu moto?
Para conocer el valor aproximado de tu moto, también te puedes pasar con ella por un concesionario de su marca, para que te hagan una tasación. En este caso debes saber que los más probable es que te ofrezcan una cantidad de dinero más baja de cómo se cotiza en el mercado.
Por otro lado, existen tiendas de compra-venta “multimarca”, pero, al igual que un concesionario oficial, te van a ofrecer menos de lo que puedes obtener si la vendes por tu cuenta. Al fin y al cabo, son un negocio, y deben obtener algún beneficio al realizar la operación de comprar y vender.
Además, hay un buen número de páginas en internet que ofrecen el servicio de tasación de tu moto, pero es probable que este tenga un coste.
Valor venal o valoración de Hacienda
Por otro lado, están las tablas del Ministerio de Hacienda, que son las que se utilizan para valorar una moto a la hora de transferirla. En ellas aparece el valor de tu moto dependiendo del año de su matriculación. Este se conoce como valor venal y se tiene en cuenta para fijar el impuesto de transmisiones, que varía entre un 4 y un 6% dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que esté empadronado el posible comprador de la moto.
En las citadas tablas aparecen las valoraciones de las motos hasta los 12 años y generalmente son más bajas que las del mercado. A partir de esos 12 años el precio de una moto se fija de mutuo acuerdo entre el comprador y el vendedor. Este se supone que debe ser más bajo que el último que aparece en las tablas.