MotoGP

MotoGP: Equilibristas bajo la lluvia

A lo largo de la temporada, inevitablemente, la lluvia acaba por hacer acto de presencia.

Motos cubiertas de la lluvia en Silverstone 2018
MotoGP: Equilibristas bajo la lluvia

Pilotar sobre mojado es un arte complicado que no todos dominan y en el que algunos sacan especial provecho. Pero todos los pilotos tienen muy claro que, en esas circunstancias, los riesgos se multiplican.

¿Sabías que si llueve los cascos tienen doble visera para evitar que se forme vaho? #MotoGP


Dani Pedrosa conduciendo en lluvia


Marc Márquez rodando en lluvia





“En agua, las principales diferencias son bastante claras: tienes que conducir mucho más suave, con una inclinación menor, mucho más cuidadoso con el puño del acelerador y sobre todo con los frenos. Eso no quita que también se puede ir muy rápido”. Estas palabras son nada menos que de Dani Pedrosa, que nos radiografía así las claves básicas del pilotaje sobre mojado.

En efecto, ir rápido bajo la lluvia es un arte que dominan a la perfección pocos pilotos. A muchos, de hecho, no les gusta. No olvidemos que todos los pilotos de MotoGP aman su profesión y, como es lógico, pilotar en las mejores condiciones posibles es lo que prefieren y lo que más desean. A pesar de esto, no es menos cierto que en una carrera bajo la lluvia podrán asomar entre las posiciones delanteras pilotos que normalmente no lo hacen.

Por lo que se desprende de las palabras de Dani Pedrosa, para rodar rápido sobre asfalto mojado, un piloto debe estar en perfecta comunión con su moto, y sentir y reaccionar al milímetro y a la milésima ante cada respuesta que la moto le ofrece. En agua todo se multiplica: los riesgos, la atención, la exigencia de respuesta.

Marc en la lluvia sobre la moto

Nuevos límites

Cuando se pilota sobre asfalto seco uno juega con dos límites claros: los de la moto en la que lleva todo el fin de semana trabajando y los suyos propios. Sin embargo, cuando llueve estos límites se vuelven más difusos, y ahí radica el riesgo. ¿Hasta dónde se la puede jugar el piloto?

Al respecto, Pedrosa apunta que “la rueda delantera tiene una gran importancia en mojado, porque es la que te da la confianza”, si bien matiza que, igualmente, es fácil ver caídas por “la pérdida de adherencia del neumático trasero, porque nunca llegas a conocer el límite de cuánto gas puedes dar hasta que te llevas el susto”.

Aquí juega un papel clave la electrónica. Dani explica que ésta ofrece una ayuda importante al piloto a la hora de “configurar la respuesta del motor, con unos ajustes mucho más suaves y con una entrega de potencia más progresiva”. El control de tracción es otro elemento a tener en cuenta, ayudando a controlar las reacciones de la moto en caso de que la pista no ofrezca un buen agarre y resbale mucho.

Los neumáticos y los frenos

Uno de los elementos que salta a la vista, a la hora de hablar de diferencias entre pilotaje sobre mojado o sobre seco, son los neumáticos. En estas circunstancias, Michelin ofrece una selección de neumáticos de lluvia.

Estas gomas son más blandas que los slicks, de forma que alcanzan una temperatura óptima más rápido. Las hendiduras en el neumático -que cualquier aficionado a MotoGP habrá podido observar muchas veces- responden a la necesidad de evacuar el agua para evitar así el aquaplanning.

En cuanto a los frenos, si llueve antiguamente se utilizaban discos de acero en lugar de los de carbono ya que estos últimos necesitan una temperatura muy elevada para ofrecer un comportamiento óptimo. Gracias a mejoras de producción y a unas tapas ideadas para tapar los discos, se ha logrado poder usar los discos de carbono incluso en condiciones lluviosas.

Un efecto curioso, quizá menos conocido, es que el agua que el neumático delantero desprende hacia el radiador puede enfriar peligrosamente el motor. Esto obliga a los mecánicos a tomar una solución que, en este caso, es tan sencilla como eficaz: proteger el radiador de la moto con cinta adhesiva.

Por último, otro aspecto de la puesta a punto que siempre se tiene en cuenta son las suspensiones, con una configuración más blanda que en seco. De esta manera se consigue que la moto no ejerza tanta presión sobre las ruedas y éstas sobre el asfalto. Lo que se persigue de este modo es que, si en seco se prima el feeling con la rueda delantera, en mojado se busca una posición del chasis más retrasada –facilitando así el pilotaje- y menos crítica con el agarre de la rueda delantera en la entrada en curva.

Marc Márquez y Dani Pedrosa rodando con lluvia intensa

Vestirse para la ocasión

Además de un mono convenientemente impermeabilizado, el casco que utilizan los pilotos también cambia completamente para adecuarse a las condiciones húmedas. Para empezar, la visera pasa a ser transparente, e incorpora unas tiras adicionales que impiden que entre agua.

Esta visera se rocía por su cara exterior con un producto especial que hace que las gotas de agua resbalen más rápido, para evitar problemas de visibilidad. Por dentro lleva un sistema tipo pinlock que crea una cámara de aire con la visera, cuya función es que no se forme vaho.

Respecto al mono, en función de la situación se les aplican tratamientos impermeabilizantes o se cubre con un impermeable ya que el material con el que se construyen es poroso y para nada adecuado al pilotaje en condiciones húmedas. Sin esa capa impermeable, absorbería muchísima agua y su peso aumentaría de forma notable.

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