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Topes anticaída. ¿Qué son y para qué sirven?

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Son varios los aspectos que se pueden mejorar en una moto, pero el más evidente es el de la protección ante posibles golpes o caídas. En el caso de que ocurran, ¿cómo podemos hacer que nuestra moto sea más resistente en algunos puntos vitales como el motor o el chasis?

Topes anticaída. ¿Qué son y para qué sirven?

A nadie le gusta hablar de caídas, pero todos los que montamos en moto sabemos que es un tema con el que debemos convivir. En mayor o menor medida dependiendo del modelo, las motos son vehículos frágiles cuando se caen al suelo. Tanto en marcha, como en parado, es prácticamente imposible que nuestras monturas se libren de sufrir daños si se ven afectadas por una caída.

Los vehículos de cuatro ruedas cuentan con parachoques y molduras diseñados con la idea de protegerlos de los golpes, pero rara es la moto que entre su equipamiento de serie incluye elementos protectores. Por este motivo, existen unos accesorios diseñados específicamente para conseguir que nuestra moto sea menos vulnerable. Hablamos de los topes anticaída, unos elementos fabricados mayormente por la industria auxiliar, pero que también podemos encontrar entre los accesorios opcionales que ofrecen los distintos fabricantes de motos para algunos de sus modelos.

Dependiendo del tipo de moto y de su utilización, conviene más preservar unos elementos que otros. Además, no es lo mismo hacer un uso tranquilo de ella, que uno deportivo, donde es más fácil que sufra algún percance. Si es cierto que protegiendo nuestra moto con los citados topes no vamos a evitar totalmente que se dañe en el caso de sufrir una caída, pero sí que podemos conseguir que los desperfectos se reduzcan de manera considerable.

Los topes anticaída o protectores laterales están ideados para resguardar el chasis y/o el motor en caídas hacia los lados y deben ser colocados en los sitios más expuestos, que por lo general suelen ser los que más sobresalen. En muchos casos, por su diseño pueden recordarnos a las ruedas de un patinete, aunque también pueden tener otras formas con el fin de facilitar el deslizamiento. Habitualmente suelen estar fabricados de teflón o de plástico muy resistente, a veces combinados con aluminio, y su función es que estos sean los primeros en impactar con el suelo, protegiendo distintas partes de nuestra moto como pueden ser carrocería, tapas de motor, chasis, depósito, intermitentes, semimanillares, manetas, etc., cuando se produce una caída.

Ya sea en maniobras en parado o en un hipotético “arrastrón”, los topes anticaída pueden evitar el contacto directo de la moto con el asfalto, reduciendo los daños de manera considerable. Incluso en algunos casos puede evitar que una de las piernas del piloto quede atrapada entre la moto y el suelo, actuando así como protección para las partes de nuestro cuerpo que suelen salir peor paradas en las caídas.

Por lo general, los topes anticaída se fijan en los mismos anclajes que unen el motor al chasis, por lo que es habitual que vengan acompañados de tornillos más largos. Su montaje no suele ser difícil, aunque sí que es conveniente apretarlos debidamente para evitar que se aflojen y que ello se traduzca en molestas vibraciones. Su uso está muy extendido en motos de carretera como deportivas, naked y sport-turismo, pero cada vez se montan más en trail y también en todo tipo de scooter. Además, algunos de estos topes cuentan con recubrimientos de goma, que se pueden sustituir por el desgaste o por variar el color, actuando así como un elemento estético más en la personalización de tu moto.

Por otro lado, existen distintos protectores para el motor que, dependiendo del tipo de moto, pueden ser un complemento a los topes anticaída o realizar una función parecida por sí solos. Por un lado están los que tienen formas similares a las que poseen las tapas del propulsor y suelen estar fabricados en fibra de carbono o en plástico, y pueden ir adheridos con algún tipo de silicona resistente al calor. Por otro están los de tipo «deslizadera” realizados en plástico duro, a veces combinado con aluminio, y que se fijan a algunos de los tornillos de las propias tapas del mencionado motor. En un principio surgieron para ser utilizados en motos deportivas que participaban en carreras de velocidad o en rodadas en circuito, pero en la actualidad su uso se ha extendido a todo tipo de motos de carretera.

El rango precios de los distintos protectores anticaída puede ir desde los 17€ de los más básicos y universales, a superar los 100€ en modelos más sofisticados, creados especialmente para cada modelo de moto. Además, la mayor parte de las veces se venden en kits compuestos por distintos  elementos ideados para proteger los dos lados de cada moto. 

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