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Cómo lavar una moto. Productos, trucos y consejos

Bien porque ha estado parada mucho tiempo, porque te ha tocado un día de lluvia o porque has ido al monte con ella, es importante dejar tu moto bien limpia. Te explicamos como lavar una moto y qué productos son los más adecuados para ello.

puesto para lavar una moto en una estación de servicio Repsol
Cómo lavar una moto. Productos, trucos y consejos

A la hora de lavar una moto, hay que tener en cuenta que son vehículos mucho más delicados que los coches. Gran parte de sus piezas críticas están expuestas a la intemperie, y pese a que están diseñadas para soportar la lluvia y condiciones húmedas en general, hay que tener especial cuidado a la hora de lavar nuestra moto.

Es muy recomendable evitar, si es posible, las mangueras o lanzas de agua a alta presión, ya que podemos dañar la pintura y, si la proyectamos sobre elementos eléctricos o mecánicos, es posible que pueda llegar a penetrar en estos, sobre todo si elementos como las gomas o retenes que suelen incorporar están un poco envejecidos o en mal estado.

Podremos usar las mangueras, siempre que lo hagamos a una distancia prudencial, para quitar la suciedad que tengamos acumulada sobre todo en la parte frontal, neumáticos y llantas pero, si queremos obtener el mejor resultado, lo mejor es limpiar la moto a mano.

En muchas estaciones de servicio Repsol encontramos puntos Motostop, que nos permiten disponer de zonas especialmente habilitadas para lavar la moto con elementos como lanzas de media presión y secadores especiales.

puntos motostop para lavar una moto

Os detallamos a continuación algunos consejos, trucos y productos que podréis usar para lavar una moto y dejarla limpia y reluciente.

Preparando el material para lavar una moto

Lo ideal es lavar la moto a la sombra y cuando esté fría, porque un secado bajo el sol es más rápido y pueden quedar restos de jabón seco que dejará marcas en la pintura, pudiendo incluso dañarla. La moto debe estar fría para, por un lado, evitar quemarnos accidentalmente en el proceso de limpieza, y por otro, eliminar la posibilidad de generar un choque térmico en las piezas que más se calientan en su funcionamiento, especialmente el motor y el conjunto del escape.

Mientras esperamos que la moto se enfríe, prepararemos el material necesario. Un par de cubos: uno con agua y jabón y otro solo con agua, que si está tibia provocará que la suciedad salga con más facilidad. Lo ideal es usar un jabón específico para carrocerías, como el lava encera o el champú Repsol concentrado. Es importante diluir este último en agua.

productos repsol para lavar una moto

También vendrá bien un limpiador de frenos o contactos, o un buen desengrasante para limpiar las partes del motor y cadena, aunque este último producto suele ser algo más agresivo y la recomendación es no usarlo en partes cromadas o plásticos. Por último, conviene disponer de alguna bolsa de plástico para proteger la boca del escape u otros elementos que queramos evitar que se mojen.

Para lavar una moto en condiciones, necesitaremos también una esponja o guante de alta absorción, varios trapos o bayetas de microfibra, un par de cepillos (uno pequeño y otro más recio) para acceder a la suciedad en lugares de difícil acceso y también para la cadena si nuestra moto dispone de ella. También vendrá bien un bote con pulverizador para rellenar con agua jabonosa para remojar las partes más rebeldes.

cómo lavar una moto, gamuza y spray con agua jabonosa

Para cuando hayamos terminado, nos vendrán bien productos como el abrillantador para rematar las partes metálicas o cromadas, spray de silicona para las gomas, y grasa para cadena si fuera necesario.

¿Cómo lavar una moto? Paciencia y en orden

Con todo el material preparado comenzaremos el proceso. Pondremos la moto sobre el caballete y taparemos el escape.

Empezaremos por atacar las zonas más expuestas a la carretera: neumáticos, llantas, suspensiones, motor y la cadena. Para esto pulverizaremos el limpia frenos o el desengrasante, productos que rompen fácilmente la suciedad de estos puntos. Los dejaremos actuar entre 5 y 10 minutos para que ablanden bien la suciedad.

Si hay zonas con mucha capa de suciedad o acumulación de material como tierra, barro o grasa, es posible que tengamos que usar el cepillo y más cantidad de producto. Debemos prestar especial atención a la cadena, que suele acumular mucha suciedad, siendo necesario usar el cepillo y desengrasante mientras giramos la rueda para acceder a todos los eslabones.

La cadena y su correcto mantenimiento

Mientras actúa el producto, podemos también repasar otras zonas de difícil acceso, como las ranuras en la zona del cuadro de mandos, rendijas de los retrovisores, manetas, o zonas del carenado con uniones.

Las llantas son especialmente susceptibles de acumular suciedad, por lo que suelen requerir una atención específica. Por suerte existen también productos especialmente diseñados para la limpieza de estas.

Una vez haya pasado el tiempo, procederemos a aclarar la moto con agua, retirando así los residuos desprendidos y preparándola para la siguiente fase. Si sigue existiendo suciedad, insistiremos con más producto y rascaremos con el cepillo si es necesario y la zona lo permite.

aclarando partes de la moto con agua

Lavar la moto. De arriba abajo

Empezaremos ahora con lavado general de la moto, comenzando por la parte superior, de forma que la suciedad vaya cayendo y no manchemos las zonas ya limpias.

Usaremos la esponja y el cubo de agua jabonosa. Con la esponja bien cargada de agua y jabón empezaremos a frotar la moto sin excesiva fuerza para evitar dañar la pintura con las partículas de la suciedad. Iremos enjabonando todo, descendiendo poco a poco hasta llegar a la parte inferior de la moto y recargando la esponja tantas veces como sea necesario.

cómo lavar una moto, esponja y agua jabonosa

Cuando necesitemos volver a mojar la esponja, primero la aclararemos en el cubo de agua limpia, escurriéndola varias veces para que suelte la suciedad adherida. Si la moto está muy sucia, es posible que sea necesario que cambiar alguna vez el agua de enjuague.

La parte frontal suele requerir una atención especial: insectos incrustados y otras proyecciones de la carretera son frecuentes y difíciles de quitar, así que remojaremos bien esa zona para ir ablandado los restos o podremos usar también un producto específico para eliminar insectos. Mientras se reblandece todo, continuaremos lavando el resto de la moto.

Es importante mantener la esponja siempre con una buena cantidad de agua jabonosa y sin escurrirla, evitando que alguna parte de la moto se seque rápidamente. Esto dejaría marcas en la pintura, y el jabón podría incluso dañarla. Si vemos que alguna parte se está secando, será necesario volver a remojarla, ya sea usando la esponja otra vez o el bote con pulverizador.

moto enjabonada

Finalizado el proceso de enjabonado tocará aclarar. Para ello usaremos agua abundante, teniendo especial cuidado en las partes sensibles como la zona del filtro del aire, escape, cuadro de mandos y demás elementos susceptibles de que les pueda entrar agua.

Para esto podremos usar una manguera, cubos de agua, o una lanza de baja o media presión. Si no disponemos de ninguna de estas opciones, podremos usar una de alta presión, pero siempre ajustando la distancia según la parte de la moto que vayamos a aclarar.

aclarando una moto con una lanza de agua

Si una vez aclarada aún observamos presencia de suciedad, repetiremos el proceso en las zonas en las que sea necesario, insistiendo con mucha agua jabonosa.

Una vez terminado este proceso ya casi habremos acabado de lavar nuestra moto.

Terminando de lavar la moto, secado, engrase y detallado

Con la moto bien aclarada, procederemos a secarla siguiendo la misma forma en la que la hemos lavado: de arriba abajo. Usaremos para ello bayetas de microfibra. Habrá que prestar atención a que no quede nada de suciedad que podamos arrastrar al pasar la bayeta, evitando así el riesgo de rayar la pintura. Es importante secar bien la moto, ya que de lo contrario podrían quedar manchas.

secando la moto con una bayeta de microfibras

Si nuestra moto dispone de ella, procederemos al engrase de la cadena. Usando la grasa para cadenas, aplicaremos esta con cuidado de no proyectarla sobre la rueda y sobre el freno trasero. Podemos usar un trapo para ponerlo entre la rueda y la cadena, o unos trozos de papel.

También es una buena idea usar el limpiador de frenos y contactos en los mantos de las piñas para que este desplace la posible humedad del interior. Este producto no deja residuos al secar, por lo que no debemos preocuparnos.

Si queremos detallar más la moto, podremos usar un spray de silicona para sacar brillo a las gomas y plásticos blandos, creando además una película que los protegerá del agua y suciedad por más tiempo.

También podremos usar un pulimento o abrillantador para las partes cromadas o de plástico duro.

detallando una moto recién lavada

Es importante, en todo caso, seguir siempre las instrucciones de los envases de cada producto, ya que algunos poseen condiciones de uso específicas.

Con esto acabado, ya solo te queda disfrutar de tu moto reluciente pero, ¡asegúrate de que no vaya a llover!

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