
¿Qué es un filtro de partículas?
Seguramente has oído hablar de él en alguna ocasión, pero puede que no tengas del todo claro cuál es la función de este elemento, que ahora resulta esencial para un funcionamiento eficaz del motor de nuestro coche. El filtro de partículas, también conocido por las siglas FDP o FAP, se ha diseñado específicamente para reducir las emisiones de partículas contaminantes en el aire.
El FDP se introdujo en 2011, y su empleo ha contribuido a disminuir la contaminación urbana y también en entornos naturales. Por lo general, se suele ubicar en la parte inferior del vehículo, en un punto intermedio entre el motor y el tubo de escape.

Resulta fundamental en determinados vehículos, como los equipados con un motor diésel, debido a su funcionamiento a elevada temperatura y que, por tanto, generan mayores cantidades de hollín en la combustión, motivo por el cual disponer de un filtro adecuado es fundamental, ya que de lo contrario terminaría liberando humo negro por el escape. El FDP se encarga de capturar y filtrar el hollín generado durante la combustión, y dispone de unos sensores que indican cuando ha alcanzado su límite de saturación.
¿Cómo funciona el filtro de partículas?
El funcionamiento del FDP es bastante sencillo y eficaz. El filtro retiene las partículas de hollín producidas por la combustión, evitando así que sean liberadas al medio ambiente. Dichas partículas quedan atrapadas en un panal de cerámica porosa que se encuentra dentro del propio filtro. Conforme va absorbiendo el hollín, el panal se va rellenando poco a poco hasta que se taponan sus conductos internos.
Para evitar que el filtro se sature y que el tubo de escape se obstruya, el hollín se elimina mediante un proceso automático de regeneración, en el cual se queman a altas temperaturas para convertir las partículas recogidas en gases inofensivos. Para ello se precisa un tiempo entre quince y vente minutos en los que el motor debe estar en funcionamiento, girando a un régimen por encima de las 2.000 o 2.500 rpm.

Problemas comunes del filtro de partículas
La obstrucción del filtro es uno de los problemas más habituales que nos podemos encontrar en el FDP. Cuando se obstruye o presenta fallos, el panel de instrumentación de nuestro coche nos lo indica a través de un icono, que normalmente es de color amarillo. A esto se suele añadir el encendido del testigo del motor, y percibiremos además que el vehículo experimente una pérdida de potencia.
A esta pérdida de potencia que revela un fallo de funcionamiento, se le suma el hecho de que el tubo de escape pueda emitir humo negro, una prueba evidente del fallo del FDP, por lo que es imprescindible dirigirse a un taller para su inmediata revisión.

El mantenimiento periódico y adecuado del filtro de partículas es esencial para garantizar su buen funcionamiento y evitar así que se produzcan averías. Una buena limpieza regular ayuda a prevenir que se bloquee el motor, incrementando así la eficiencia del sistema.
Otras medidas frecuentes y sencillas para mantener el filtro de partículas en óptimas condiciones es conducir a altas revoluciones de forma periódica, evitando circular constantemente a bajo régimen, porque esto impide que el filtro se regenere de forma correcta. También es importante realizar trayectos largos a velocidad constante, ya que esto favorece la limpieza del filtro, y usar combustible de calidad es esencial, ya que los combustibles de baja calidad pueden generar una mayor acumulación de residuos en el filtro.
Otra medida adecuada para un óptimo mantenimiento es evitar los recorridos excesivamente cortos de forma frecuente, ya que en los trayectos urbanos de pocos kilómetros el motor no alcanza la temperatura adecuada para que el filtro se pueda regenerar de forma óptima. Y, sobre todo, hay que seguir con atención y rigor los avisos del sistema: si se enciende el testigo del filtro de partículas, es recomendable poner tu coche en manos de un taller especializado para evitar daños mayores en el motor.
Del mismo modo, también recomendamos realizar revisiones periódicas en un taller especializado para prolongar la vida útil del filtro de partículas y garantizar su correcto funcionamiento e incluso repararlo o sustituirlo con la ayuda de profesionales en la reparación de este tipo de piezas.
¿Cuánto cuesta cambiar o reparar un filtro de partículas?
Por lo general, el filtro de partículas va unido al catalizador, aunque no siempre es así. Los FDP más económicos son aquellos que son independientes de este elemento, y su precio depende del modelo, aunque en cualquier caso no es una pieza que podamos considerar barata. Para modelos básicos podemos partir de tarifas próximas a los 200 euros, y podría llegar hasta los 600 euros para modelos mayores, a lo que habría que añadir la mano de obra.
Además, a este coste también habría que añadir la sustitución del sensor diferencial del filtro de partículas, que puede oscilar entre los 20 y los 40 euros, dependiendo del modelo.
Importancia del filtro de partículas
La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente es una cuestión prioritaria para disfrutar de la movilidad. Desde la Unión Europea se han establecido medidas severas para reducir el impacto de los motores de combustión en el medioambiente, y el filtro de partículas es uno de esos elementos fundamentales en esta tarea. Puede parecer un elemento menor dentro del equipamiento tecnológico de un motor, pero en realidad a veces con pequeños elementos como este se consiguen grandes objetivos.

Por eso no hay que tomarse a la ligera las indicaciones que nos realice el sistema de nuestro automóvil. Gracias a un correcto funcionamiento del filtro de partículas se protege el medioambiente, se promueve la sostenibilidad y se contribuye a mejorar la salud de todos.