Red Bull Air Race

¿En qué penalizaciones se puede incurrir en una Red Bull Air Race?

7 minutos

Esta nueva dimensión de los deportes de motor aspira a convertirse en una competición segura y justa para los pilotos. Para garantizar que esto sea así, las reglas y normas de la Red Bull Air Race establecen una serie de limitaciones. ¿Cómo saben los jueces y el director de carrera, que están supervisando las actividades desde la torre de control de la carrera, que los pilotos han sobrepasado esas restricciones?

Control de carrera en la Red Bull Air Race
¿En qué penalizaciones se puede incurrir en una Red Bull Air Race?

Huelga decir que a los jueces de la Red Bull Air Race no les gusta sancionar a los pilotos, pero es algo que deben hacer para garantizar que las normas se siguen al pie de la letra. Las sanciones más comunes suman segundos adicionales al tiempo de vuelta del piloto, de forma similar a como se hace en MotoGP.

No obstante, determinadas infracciones pueden llevar a un DNF (no finaliza la carrera) o a la descalificación. Durante la carrera todo sucede muy rápido. Para completar el circuito, se necesita un minuto aproximadamente y el avión pasa por un pilón o puerta cada cuatro o cinco segundos. Por tanto, estas decisiones se deben toman en un abrir y cerrar de ojos.

Para juzgar el recorrido de estos aviones extraordinariamente rápidos, la organización tiene un equipo de jueces y un sistema complejo, compuesto por sensores a bordo y una extensa red de cámaras. Los sensores interactúan con el EFIS (Sistema Electrónico de Instrumentos de Vuelo), que es responsable de transmitir todos los parámetros de la aeronave, tanto al piloto como a la torre de control.

Gracias a este sistema, el ángulo, la velocidad, la fuerza g y el estado del motor del avión quedan registrados en todo momento mientras se desarrolla la carrera. Esta información se recoge en la PRU (Unidad de Informe de Posición), un sistema de control que mide alrededor de 40 parámetros unas mil veces por segundo.

Además de toda la información sobre el motor, la PRU cuenta con acelerómetros, giroscopios y datos GPS que se transmiten en tiempo real. Toda esta información se transmite de forma instantánea para permitirnos conocer la posición exacta en la que se encuentra el avión.


Juan Velarde sorteando un pilón en vuelo
Juan Velarde sorteando un pilón en vuelo

Una vez recogidas la información y las señales de vídeo (también las de las cámaras de alta velocidad), se puede calcular la posición del avión en relación con los pilones y se pueden aplicar penalizaciones en caso de que se infrinjan las normas.

«Volar a un nivel incorrecto» y «volar por encima de la puerta» son infracciones que suman dos segundos al tiempo total del piloto. Esto se aplica si el piloto atraviesa la puerta con un ángulo incorrecto. Cuando cruzan los pilones, los pilotos deben hacerlo con un ángulo menor a 10° y no deben volar por encima o por debajo de la puerta.

Asimismo, la altura a la que un piloto cruza cada pilón es fundamental. Los pilotos deben pasar entre los pilones dentro de la ventana de vuelo designada, que comienza a 15 m sobre el suelo. Esta es la parte roja de los pilones y se evalúa utilizando la cabeza del piloto como punto de referencia. Si esto no se consigue, se obtendrá como resultado una penalización por volar demasiado alto o bajo, y se añadirán dos segundos al tiempo del piloto.


Infografía Red Bull Air Race, penalizaciones
Infografía Red Bull Air Race, penalizaciones

La penalización más grave se obtiene al rasgar un pilón, un error que se ve claramente ya que el tejido estalla con el más mínimo impacto. El ligero tejido «spinnaker», que marca las secciones del pilón en la ventana de vuelo, pesa alrededor de un 40 % menos que un folio y estalla debido a la diferencia de presión entre el interior y el exterior del pilón. Si el piloto rasga un pilón, recibirá una penalización de tres segundos por cada pilón o un DNF si rasga tres.

La puerta de salida es un momento crucial de la carrera y es el único punto de toda la carrera en el que hay una limitación de velocidad. Cuando los pilotos cruzan la puerta de salida, la velocidad del avión no podrá superar los 200 nudos (370 km/h). Si superan este límite habrá dos posibles penalizaciones: +1 segundo si la velocidad se encuentra entre 201 y 201,99 nudos, o DNF si es igual o superior a 202 nudos.

Otro aspecto que se regula, es la fuerza G que el avión deberá soportar. Si el piloto supera los 10 G o más durante más de 0,6 segundos, recibirá una penalización de dos segundos. Si el piloto alcanza o supera las 12 G, se le penalizará con un DNF.


Juan Velarde en pista de despegue en la Red Bull Air Race
Juan Velarde en pista de despegue en la Red Bull Air Race

Los aviones deben producir humo cuando vuelan por el circuito. Justo antes de cruzar la ventana de salida reciben una orden del director de carrera para «encender el humo». Si no logran producirlo, se aplicará una penalización de un segundo por «humo insuficiente».

Por último, si el piloto se desvía de su curso y el GPS avisa de que ha abandonado el circuito, recibirá una penalización DNF y habrá terminado su carrera.

Independientemente de la situación, el proceso de evaluar la infracción comienza en la sala de cronometraje de la torre de control de carrera, donde se analiza cada movimiento del avión. En caso de que se detecte una posible infracción, se informará al juez principal, que confirmará la infracción. El ordenador empleado para tal propósito tiene diversas pantallas, que muestran diferentes tomas del avión, y paneles de control que permiten al juez aplicar las distintas penalizaciones. Se trata de un sistema muy avanzando que puede identificar infracciones y proponer las correspondientes penalizaciones de forma independiente. No obstante, se requiere una confirmación humana para evitar cualquier error.

Por otro lado, las normas técnicas estipulan un determinado número de penalizaciones relativas a la mecánica de la aeronave, que pueden descalificar al equipo de carrera. Entre los puntos más relevantes de esta norma figuran la limitación de peso del avión de carrera a los 696 kg y la de no superar el límite máximo de revoluciones por minuto (RPM).

Ahora que se aproximan las dos últimas carreras de la undécima temporada de Red Bull Air Race, esperamos que los jueces no tengan que aplicar demasiadas penalizaciones y que Juan Velarde y el equipo Repsol tengan un buen final de temporada.

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