De leyenda

Coches clásicos de Repsol que nunca olvidarás

5 minutos 04/07/2020 Última actualización: 03/10/2024

En nuestros 50 años en el mundo de la competición hemos puesto nuestros colores en muchos vehículos diferentes, desde la Rc213V de Marc Márquez al Avión Edge 540 de Juan Velarde. Muchos de esos vehículos han sido algunos de los coches más icónicos de la historia del motor.

BMW 2002 Ti clásico Repsol
Coches clásicos de Repsol que nunca olvidarás

Lancia Fulvia

En 1963 Lancia lanzó al mercado el Fulvia, un coche que iba a sustituir a un modelo anterior, el Appia. Se trataba de una berlina ligera de tracción delantera con un motor pequeño de 1.100cc que alcanzaba una potencia de apenas 60CV. El propulsor con sus bancadas en forma de V estrecha, contaba con cuatro cilindros y 8 válvulas en un doble árbol de levas. Este conjunto estaba alimentado por un doble carburador y contaba con refrigeración líquida.

En 1965, Lancia presentó la versión Coupé de este vehículo, un poco más corta y equipada con un motor más potente de 1.216cc y 80CV. Poco después salió al mercado la variante High Fidelity o HF, que montaba un motor de 1.298cc cuya cilindrada le permitía superar los 100CV a 6500Rpm y contaba con un chasis reforzado. La carrocería del Fulvia HF era más ligera dejando el conjunto en poco más de 800kg. Contaba con frenos de disco en las cuatro ruedas y una caja de cambio con 4 velocidades.

El último modelo del Fulvia en salir a las calles contaba con un motor de 1.584cc que le permitía alcanza una potencia de 130CV y una caja de cambio de 5 velocidades.

Lancia Fulvia Repsol

La escudería Repsol contó con varios Lancia en 1969, aunque tan solo se disputaron unas pocas pruebas con ellos. Fue el primer coche en lucir la R clásica, conducido por Alberto Ruiz Giménez y Eladio Doncel, más tarde Manuel Lencina se uniría a esta lista. Este coche se convirtió en el precursor de la amplia experiencia de Repsol en la competición.

Ford Capri

En 1971 Ford lanzó la versión RS 2600 del coupé que ya vendía desde 1969. Este deportivo de morro largo y tracción trasera tenía la aspiración de convertirse en el Mustang Europeo, pero su motor no le ayudaba a ello precisamente.

La versión RS mejoró en rendimiento de forma notable. Se trataba de un motor en V con 6 cilindros, 12 válvulas y 2.637cc con inyección mecánica. Su potencia era de 150 CV, alcanzaba los 5.600 Rpm y los 224 Nm de par a 3.500 Rpm. El motor transmitía el movimiento al eje trasero mediante una caja de cambios de 4 velocidades y frenaba mediando discos sólidos delanteros y tambores traseros. El peso del conjunto sumaba en torno a los 1.200Kg.

Ford Capri clásico de Repsol

Repsol compitió con una versión Grupo 2 en 1971 y 972. Este modelo tenía un rendimiento muy superior a la versión de calle. Su motor preparado podía rendir a una potencia que rondaba los 300 CV y su caja de cambios se sustituía por una ZF de 5 velocidades. Contaba también con un diferencial autoblocante y los frenos eran reemplazados por unos discos ventilados frontales y sólidos traseros. El peso también se rebajaba a base de paneles de fibra y eliminación de elementos no imprescindibles, llegando aligerarse hasta 900 Kg.

Este coche logró victorias y podios para Repsol en carreras de resistencia y turismos.

BMW 2002 Ti Alpina

En 1966 BMW produjo la serie 02 que crearía los cimientos de la serie 3 actual. El modelo 2002 Ti de serie contaba con un propulsor de 4 cilindros en línea carburado con una cilindrada de 1.990cc. Este motor rendía a casi 120CV en 5.500Rpm y rondaba los 160 Nm de par transmitidos en su totalidad al eje trasero, mediante una caja de cambio de 4 velocidades. El peso del conjunto no llegaba a la tonelada y era controlado mediante un sistema de frenos de disco delanteros y tambores traseros habituales en la época.

BMW clásico Repsol

El modelo era asequible y ligero, lo que atrajo la atención de los preparadores como los alemanes ALPINA. Estos decidieron ponerse manos a la obra con este modelo, logrando un vehículo económico que rendía como un deportivo.

La versión que llegó a la competición, contaba con un motor casi el doble de potente, llegando a 200CV, superando la mágica cifra de 100Cv por litro de cilindrada. Para esto se modificaba la culata de aluminio totalmente, cambiando carburadores, válvulas, muelles, árbol de levas y mejorando los colectores. También se reemplazaban los pistones por otros forjados y las bielas por otras más ligeras. Con todos estos cambios se lograba que el motor alcanzase más de 7.500 Rpm.

No es de extrañar, con un motor así, que la versión que lució la R de Repsol en 1970 lograse victorias en los circuitos de rally y subidas de montaña.

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