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En el cómic, como en la vida, encontramos muchos estilos de moteros. Los moteros son un tema que ha dado mucho juego al mundo del cómic. Puede que sea por las curvas. O por la estética. O quizás por toda la filosofía que llevan asociada: la libertad, el movimiento, la rebeldía. El caso es que no solo el cine se ha fijado en las motos.
El cómic las ha dibujado de todos los colores y formas, inventando incluso modelos inéditos en la vida real. Hoy nos centraremos en tres personajes de la factoría Marvel que, con mayor o menor grado, son consumados moteros. El capitán América, el héroe más patriota del cómic, suele moverse en una Harley-Davidson. No es ninguna casualidad, es más bien un guiño a la historia, pues este personaje era un enclenque soldado de la Segunda Guerra Mundial antes de convertirse en un hombre de puños de acero, traje de cuero y escudo invencible. En esa época, la conocida marca de Milwaukee suministraba las motos al ejército americano. Por eso hay tantos ex militares aficionados a las motos tipo ‘chopper’.
© Marvel Comics
Menos vinculado con el mundo real, el motorista fantasma (Ghost Rider) narra las desventuras del motero acróbata Johnny Blaze, un tipo que vende su alma al diablo para salvar a su padre y a su novia. Le entrega su alma, pero no la moto, que por las noches, cuando se convierte en un esqueleto en llamas dispuesto a impartir justicia, pasa a ser su corcel infernal. En el cine lo intentó Nicolas Cage, pero fue en el cómic donde este personaje realmente triunfó.
© Marvel Comics
La moto de Batman es una de las más futuristas de cuantas han brotado de la imaginación de DC Comics. Tiene que serlo, pues Gotham City, esa mezcla entre Nueva York y Chicago en la que siempre pasan cosas malas, requiere de tecnología punta para que Bruce Wayne mantenga algo de paz y orden en las calles. La moto se subastó el año pasado. El propietario recibió una máquina única con un motor Honda de 750cc. Tiene que ser una delicia verle pasar la ITV.
© DC Comics
Imagen de portada: © DC Comics