Cultura Motera

¿Cuándo una moto es histórica y cuándo es clásica? ¡No es lo mismo!

¿Cuándo se considera una moto clásica o histórica? ¡Hoy te lo contamos!

Clásica honda lista para ser restaurada
¿Cuándo una moto es histórica y cuándo es clásica? ¡No es lo mismo!

Una moto histórica es aquella que tiene un trato de la DGT distinto y que puede o no coincidir con la que consideremos como clásica. Una moto es clásica cuando hay cierto consenso entre los moteros en que estamos delante de un modelo antiguo que marcó una época. La Honda Scoopy 75, por citar un ejemplo; un clásico urbano. Pero cuidado, la normativa de tráfico deja los sentimientos a un lado y hace referencia a las motos históricas, que no clásicas, marcando ciertos criterios fijos para ser consideradas como tales. Para dejarlo claro: moto clásica es la que acordemos que merece un lugar en nuestra memoria y en nuestros corazones. Centrémonos en lo que dice la actual normativa, aunque la DGT podría modificarla antes de finalizar 2023. Sea como sea, vamos a lo importante: a día de hoy, ¿cuándo entra mi moto en la galería de las históricas?

Las condiciones, según la Dirección General de Tráfico, son básicamente cuatro.

1 – Tener una antigüedad mínima de 30 años. Antes eran 25, pero la ley se actualizó en mayo del 2018 para equipararse con el resto de la Unión Europea. ¿Y a partir de qué momento contamos? Hay dos opciones: puede ser la fecha en la que salió de la fábrica o el momento de la matriculación.

2 – Deben ser modelos que ya no se fabriquen.

3 – Es obligatorio que estén en su estado original. Es decir, no valdrán como históricos aquellos vehículos que hayan sido modificados a nivel de motor, frenos, dirección, suspensión o carrocería. Si has cogido una Bultaco Lobito de los años 70 y la has convertido en un pepino de ‘Blade Runner’, olvídate.

4 – Los vehículos incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o declarados bienes de interés cultural. Son una minoría y, si tienes una de ellas, casi mejor colgarla en la mejor pared de casa.

Ducson clásica expuesta en un museo del motor

Foto: Peprovira | Wikimedia

En cuanto a la ITV, ten en cuenta que la cosa también es distinta respecto a los modelos contemporáneos. Si tu moto tiene menos de 40 años, deberás pasar por el aro cada dos años. Entre 40 y 45 años, el chequeo es obligatorio cada tres años. Y si pasa de 45 años, revisión cuatrienal.

Además de poder espaciar más las visitas a la ITV, también el seguro suele ser más económico, aunque algunas compañías ponen limitaciones de kilometraje anual o marcan el tipo de vías en las que la póliza la cubre. Estos vehículos también quedan exentos de las restricciones medioambientales, y en algunas ciudades, el impuesto de circulación es gratuito o tiene alguna rebaja importante para estas motos y coches.

La tramitación no va a ser pan comido. Si consideras que cumples con todos los requisitos, debes buscar un laboratorio oficial acreditado por la autoridad competente de tu Comunidad Autónoma, donde realizarán una radiografía del vehículo. También tendrás que demostrar la autenticidad y antigüedad de la moto presentando toda la documentación y aportar fotos en color de la máquina. Entre pitos y flautas, toda la burocracia te puede costar más de 500 euros.

¿Y qué pasa si compramos una moto antigua que no tiene papeles? Por suerte, o debería ser así, en la oficina de Tráfico tienen guardado el historial del vehículo. Si tienes la matrícula, con el número bastará. Si no dispones de ella, busca el número de bastidor.

Ahora ya sabes algo más sobre las motos históricas y clásicas. No te liamos con las de colección o de época para que no te explote la cabeza. En cualquier caso, estaremos de acuerdo en que todas ellas son máquinas absolutamente míticas.

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