¿Cuál fue la primera moto de cada generación?

Todos tenemos nuestra historia, marcada por la familia, el lugar de nacimiento y, cómo no, la época que nos toca vivir. Eso también afecta al mundo del motor, pues nada tienen que ver las máquinas de ahora con las que conducían y pilotaban nuestros antepasados. Hoy repasaremos las motos más emblemáticas de cada generación, la moto de los millennials, la de la generación Z, la X, la de los niños de la postguerra, los del ‘baby boom’ o incluso la que te pedirá mañana tu hijo. Porque la historia también se explica a través de las dos ruedas.

Empezaremos este paseo en los años 40. Superada la Guerra Civil, los empresarios del motor tuvieron que tirar mucho más de ingenio que de medios para poder salir adelante. Bultaco, Ossa, Derbi, Puch, Rieju, Sanglas… Fueron muchas las firmas que hicieron de la necesidad virtud y empezaron a diseñar espectaculares motos, sobre todo para el campo. Pero si una marca enamoró a aquellas generaciones nacidas tras la guerra fue Montesa. En 1962, la marca empezó a fabricar la Impala, con un motor de 175cc. Fue, para muchos, el inicio del motociclismo moderno en España.

Para probar la robustez de la moto, los dueños de la factoría decidieron emprender un viaje por África con ella. Fue un éxito. Tal es la fortaleza de este modelo, que en ciudades como Barcelona todavía pueden verse un montón de Impalas circulando con esplendor.

Bultaco Lobito 100 de 1967. Foto: Wikimedia Commons.

De aquellos años de la generación del ‘baby boom’, también es obligatorio mencionar la Vespa. Su primer modelo fue presentado en Roma en abril de 1946. La primera Vespa 125cc llegó a España en febrero de 1953. Fue tal el recibimiento que poco después se abrió una espectacular fábrica en Madrid. La fábrica aguantó el tirón hasta el 2003, cuando fue cerrada.

De aquella época se hace inevitable recordar la Bultaco Sherpa. Durante los años 60 no tuvo rival en las competiciones de trial. Otros modelos de esta marca que nuestros mayores recordarán son la Metralla, la Mercurio o la juvenil Lobito. También tuvo una década de gloria la Moto Guzzi Hispania 65, de la que se fabricaron más de 100.000 unidades.

Honda CB 750. Foto pixabay.

Si avanzamos en el tiempo hasta la Generación X, en octubre de 1968 nos encontraremos con el nacimiento de la que para muchos fue la primera ‘Superbike’. Nos referimos, por supuesto, a la Honda CB 750. Este es uno de los diseños más míticos de la marca japonesa que proporciona las máquinas a los pilotos del Equipo Repsol Honda, Joan Mir y Luca Marini.

En esos años de pelo largo y música reivindicativa, el carnet de moto dejó de ‘regalarse’ con el de coche. Eso empezó a generar toda una nueva gama de motocicletas de baja cilindrada, y quizás una de las más legendarias sea la Vespino, que empezó a fabricarse en 1968. Fue una de las primeras motos que pilotaron muchos de nuestros padres. Y quizás siga ahí, en un rincón del garaje, esperando a que un nieto amante del motor se atreva a volver a arrancarla.

Derbi Variant. Foto Wikimedia Commons.

Pocos años más tarde, en 1977, Derbi dio en el clavo sacando el modelo Variant. Este modelo incluía un botón que permitía encenderla electrónicamente, sin necesidad de pedalear. Porque sí, aquellos ciclomotores requerían de nuestra fuerza para poder arrancar. Los jóvenes que buscaban una moto asequible con la que aventurarse en alguna que otra carrera solían apostar por la Derbi Gran Sport, una máquina de mediados de los 60 que fue evolucionando y que alcanzaba los 100 km/h en su versión de serie. De aquellos maravillosos años, muchos también se acordarán de la Puch Cobra o de la Cota 74 de Montesa.

Honda MBX

Si avanzamos hasta los 80 nos encontraremos con dos modelos Honda que sin lugar a dudas marcaron a toda una generación. Por un lado, la MBX 80, que con los años evolucionaría hacía otro modelo de leyenda: la NSR 125. También merece una mención la Yamaha RD 350, una de las motos más nerviosas de la década y que requería de mucha pericia para controlar sus 55 caballos.

Si llevamos el tema hacia la ciudad, sin duda la moto de esta generación fue la Honda Scoopy 75. Esta fue la primera de una larga saga que todavía continua, con su séptima versión en el mercado. Todavía hoy, en ciudades como Barcelona, son muchos los moteros que siguen usando este primer diseño que, entre otras cosas, animó a muchas mujeres a empezar a ir en moto por su metrópolis.

Aquellas generaciones también vivieron la explosión del París-Dakar, que vino acompañada de la llegada de motos como la Honda Africa Twin o la BMW R80 G/S, dos modelos distintos pero cuyo espíritu, 30 años después, sigue vigente.

Honda CBR 600 F

Los 90 confirmaron el ‘boom’ de las marcas japonesas. La CBR 600 había nacido a mediados de los 80, pero fue en esta década cuando alcanzó la auténtica fama. No era la primera moto de juventud, pero sí la máquina a la que todo amante de la velocidad aspiraba. La italiana Ducati intentó disputarle el oro con el lanzamiento, en 1993, de la Monster, que todavía hoy sigue dando guerra. Los adolescentes seguían con la Derbi Variant, pero también empezó a triunfar la menuda Yamaha Jog.

La llegada del nuevo siglo ha traído nuevos conceptos de motocicleta, como la Piaggio MP3 de dos ruedas delanteras, o la BMW C1, con un techo que te permite evitarte el casco. A día de hoy, la inquietud sobre el cambio climático ha abierto la senda de la movilidad eléctrica. De ahí que marcas como Honda, con la EV-Neo, sin renunciar a los clásicos, estén empezando a apostar por las baterías.

En cualquier caso, está claro que cada generación ha tenido sus canciones, sus películas y sus acontecimientos históricos. Pero también sus motos, porque sobre ruedas, la vida sabe mejor.