
En los coches modernos, todo -absolutamente todo- está monitorizado y bajo control, y eso nos permite descubrir al momento cualquier tipo de problema técnico que pueda surgir y ver qué solución se puede adoptar. Uno de estos prácticos sistemas de alerta es el EPC.
Las siglas EPC corresponden al término inglés Electronic Power Control, que hace referencia al sistema electrónico del motor, que monitoriza y controla para descubrir fallos. No atiende únicamente a un elemento del motor, sino al conjunto de sistemas electrónicos del propulsor. Los vehículos actuales cada vez tienen una mayor dotación de sistemas electrónicos, y el EPC se encarga de monitorizarlos y avisarnos cuando surge un problema en alguno de ellos. Porque, recordemos, desde el acelerador hasta los sistemas ADAS, todo pasa por la electrónica, y el fallo de un elemento puede afectar al conjunto del vehículo.

¿Qué significa el testigo EPC en un coche?
Cuando el testigo EPC se enciende en la instrumentación de nuestro vehículo, quiere decir que hay un fallo en alguno de los sistemas electrónicos. El EPC gestiona y controla elementos como el encendido, el acelerador, el control de tracción… Su activación es un aviso y nos indica que, a la mayor brevedad, hay que poner nuestro coche en manos de un especialista para que verifique el estado de nuestro vehículo.
Conducir con el testigo EPC encendido, entraña un cierto riesgo porque, por ejemplo, un fallo en el acelerador electrónico puede hacer que perdamos el control sobre este dispositivo, y las consecuencias son impredecibles. Por eso es fundamental llevar el coche al taller y que un profesional realice su diagnóstico.

Principales causas por las que se enciende el EPC
Como decimos, el EPC abarca muchos sistemas electrónicos de nuestro coche, con lo que hay diversos motivos para que este se active:
- Fallo en el cuerpo del acelerador. Si no funciona correctamente, el coche puede sufrir pérdida de potencia o funcionamiento irregular, y el EPC se activará para advertirnos.
- Fallo en el sensor del pedal del acelerador. Los aceleradores electrónicos indican su posición a la ECU, la centralita electrónica de nuestro coche, para que esta actúe en función de su programación. Si el sensor del pedal falla, el sistema no envía correctamente la señal a la ECU, provocando un mal funcionamiento y fallos en la aceleración.
- Avería en la inyección. Otro sistema relacionado directamente con el acelerador es el sistema de inyección de combustible, que también está monitorizado por el EPC.
- Fallo en el control de frenos. El sistema de frenos está gestionado de forma electrónica con diferentes sistemas como el ABS. Un fallo en alguno de los sensores puede provocar un mal funcionamiento y afectar a la capacidad de frenada de nuestro coche, y, por tanto, a nuestra seguridad. El EPC lo puede detectar y avisarnos del fallo.

Pero el EPC no solo avisa de estos fallos. Cualquier mal funcionamiento de un sistema electrónico es detectado por el EPC, desde un cable que hace un mal contacto y ofrece menos tensión de la batería, por ejemplo, a un problema de la dirección asistida, que está controlada electrónicamente.
¿Qué hacer si se enciende el EPC?
Si se enciende el testigo EPC hay que acudir a un taller especializado, donde se realizará el diagnóstico para descubrir cuál es el fallo. Mediante el escáner OBD2 se leerán los códigos de error almacenados en la ECU del coche, y eso permitirá identificar cuál es el componente que está fallando y cómo repararlo.
En ocasiones, cuando el EPC se enciende, puede tratarse de un fallo temporal que se soluciona reiniciando el sistema electrónico, algo tan sencillo como apagar el coche y volverlo a encender. Es frecuente que con ese simple gesto todo vuelva a funcionar correctamente, es algo cotidiano a lo que ya estamos acostumbrados. ¿Quién no ha hecho alguna vez un apagado/encendido en su ordenador o en su teléfono móvil para reiniciarlo cuando, sin saber por qué, se queda bloqueado? Es un recurso habitual y simple.

Pero si el problema persiste o se repite de forma continuada, lo más conveniente es hacer una revisión completa, porque la activación del EPC después de un reinicio es una señal evidente de una avería.
En ocasiones, el fallo se debe a un simple sensor, pero a veces el problema está en un elemento del motor, que será necesario sustituir, por eso el encendido del EPC significa que vamos a tener que desembolsar una determinada cantidad de dinero, porque ya solo el hecho de conectar el escáner tiene un coste, y en función del fabricante, este puede ser de mayor o menor cuantía. Por eso, el encendido del EPC no es una buena noticia para tu bolsillo.

¿Es peligroso circular con la luz EPC encendida?
El peligro es relativo, pero desde luego no es recomendable conducir con el testigo EPC encendido. Aparentemente, puede parecernos que el coche funciona correctamente, pero la realidad es que se ha detectado un mal funcionamiento de un elemento y la circulación continuada en ese estado puede agravar el fallo y provocar daños mucho mayores.
En esencia, el sistema EPC se ha diseñado para proteger el motor y otros elementos del vehículo. Su activación hace que el coche entre en el denominado modo de autoprotección, en el que la ECU reduce la potencia del motor, limita su régimen de giro y, por tanto, sus prestaciones, limitando su velocidad máxima y evitando así que sufra daños más graves.

En ocasiones, la activación de la luz EPC puede estar acompañada de otro testigo de nuestra instrumentación, como el del ABS o el de fallo del motor, con lo que la situación es realmente preocupante. Cuando sucede algo así, lo recomendable es detener el coche de inmediato y pedir ayuda a tu asistencia en carretera para enviar el coche a un taller especializado.
Consejos para prevenir averías del sistema EPC
La clave para un perfecto funcionamiento de todos los sistemas y que no se active el EPC es ser riguroso con el mantenimiento del vehículo, respetando el calendario de revisiones periódicas y realizando la sustitución periódica de los elementos que lo precisan dentro de su tiempo correspondiente para prevenir posibles fallos que activen el sistema EPC.
En este sentido, un buen mantenimiento del sistema de inyección, los frenos y el acelerador será fundamental para evitar que el coche entre en modo de autoprotección, que es, a fin de cuentas, la labor que viene a realizar el EPC.


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