Lo primero: si te acabas de gastar miles de euros en la compra de tu moto, ¿escatimarás unos cientos en ti mismo?
Compra, pues, un casco debidamente homologado (norma europea ECE22, para España es la E9), y, ante todo, es fundamental huir del “todo a cien”.
¿Cómo debe quedar el casco de moto?
Acude a tu tienda especializada, donde te aconsejarán, y pruébate allí con tiempo todos los que haga falta para que sea de la talla más adecuada. No tengas prisa con algo que tiene que salvarte la vida.
En este sentido, —y esto es algo difícil de hacer por internet— elige la marca de casco que, a talla idéntica, se ajuste mejor a tu morfología. Puedes hacer este trabajo con tiempo. Incluso puedes comprar el casco antes que la moto. Es importante sondear tiendas y marcas y, sobre todo, probarte decenas de cascos antes de comprarte uno.
El casco debe quedar ajustado, aunque sin apretar, pero sobre todo no debe holgar ni girar alrededor de la cabeza ni hacia atrás si lo intentas mover desde la mentonera. Si se mueve es un signo de que ese casco es demasiado grande. En definitiva, tienes que encontrar un casco que ‘forme parte de tu cabeza’, que vaya al unísono con ella.
Haz diferentes movimientos para comprobar su ajuste. Movimientos laterales, verticales e incluso diagonales. El casco no debe ‘bailar’ en ningún momento.
Según las marcas o los fabricantes, existen cascos donde su acolchado puede ser totalmente personalizado y hecho a medida. Es algo recomendable, pero, obviamente, será mucho más caro. Pero recuerda: tendrás un casco que se adaptará totalmente a la forma de tu cabeza.
Un casco grande se traduce en una menor seguridad
¿Cómo saber que talla de casco usas?
Un buen truco es medirte la cabeza con una cinta métrica estilo sastre. Es mejor que te ayuden. Resulta fundamental ser lo más exacto posible en la medición. Desde la frente hacia atrás, siempre por encima de la cabeza y de forma totalmente horizontal. Con estos datos obtendrás la talla del casco que necesitas. Por otro lado, si tus medidas se encuentran entro dos tallas diferentes, es recomendable escoger siempre la más pequeña. Este consejo es útil si compras por Internet, si acudes presencialmente, la mejor manera es probándote las 2 tallas.
Un hecho a tener en cuenta son los acolchados interiores, sobre todo los laterales. Es normal que aprieten, sobre todo cuando son nuevos. No te preocupes, con el tiempo cederán un poco.
Además, llevar el casco bien ajustado no solo es más seguro, sino que también es mucho más cómodo en su día a día.
Recuerda también que un casco está formado por la calota exterior y por la calota interior y que debes tener en cuenta ambas partes cuando elijas tu casco. Al mismo tiempo que debes contemplar el estilo de los acolchados, la visera, los orificios de ventilación y sobre todo el cierre o correa de sujeción.
Partes de un casco
Es muy importante, a la hora de comprar un casco, conocer todas las partes que lo forman. Solo de esta manera podremos entender el funcionamiento exacto de nuestro futuro casco. Las calota exterior, la calota interior, el acolchado, el cierre o correa, la ventilación y la pantalla o visera.
Calota exterior
Es la parte que se encarga de absorber y reducir la energía del impacto.
Calota interior
Su función es distribuir la energía del golpe/impacto por toda la superficie del casco.
Acolchado
Aumenta la protección y la comodidad del casco.
Pantalla o visera
Protege tus ojos y mejora la visibilidad
Ventilación
Mediante sus orificios airea el interior del casco y evita la formación de vaho.
Correa o cierre
Es el mecanismo más sencillo pero uno de los más importantes. Ajusta el casco a la cabeza por la barbilla. El cierre o la correa de sujeción, que siempre deberás ajustar a tus medidas, no puede quedar suelta, ni superar la barbilla. Su cierre debe llevarse siempre cerrado. Siempre. No sirve de nada tener el mejor casco del mercado si después no lo llevas abrochado.
Es preferible que lleve pantalla clara, no “negra”. Aunque útiles a plena luz, sólo están homologadas para competición. Su uso es peligroso si “se te hace de noche en ruta” sin cambiarla, o si de repente entras en zonas oscuras o túneles.
Es preferible combinar una pantalla totalmente transparente con unas gafas de sol que podrás guardar en el bolsillo, o comprar un casco con pantalla abatible ahumada interior.
Es mejor uno abierto, siempre, que un casco abatible (el frontal y la pantalla pueden alzarse para “refrescarse”: es más seguro en marcha y permite tomar aire en los semáforos o a muy baja velocidad, aunque no lo es tanto circular en marcha con ella elevada), pero sin duda la opción más segura es el casco integral.
Un factor esencial en la seguridad vial y que, obviamente, debes tener en cuenta a la hora de comprar tu casco es la iluminación. Recuerda que en la carretera no estás solo y que debes ser totalmente visible para vehículos y peatones.
Los elementos reflectantes mejoran la seguridad en condiciones de poca luz del conjunto moto/piloto. Siempre resulta mejor un color vistoso. Si estás leyendo esto y te acabas de dar cuenta de que tu casco no tiene elementos reflectantes, estate tranquilo: venden unos adhesivos reflectantes que te servirán. No obstante, tenlo en cuenta para la próxima compra.
Otro elemento muy importante: procura que tu casco cuente de origen con una pantalla doble “antivaho”. Sirve para evitar el empañamiento. También para la pantalla o visera existe otro complemento que te puede ser muy útil, pero que sobre todo usan nuestros pilotos en competición. Se trata del ‘Tear off’. Unas láminas de plástico transparente, que se colocan en las pantallas de policarbonato del casco. Al arrancarlas, permiten eliminar la suciedad. En definitiva, asegurar la mayor visión posible a los pilotos.
Invierte tiempo y dinero en la compra de tu casco. No escatimes en aquello que protege tu cabeza. A fin de cuentas, el casco es lo que protege tu vida.