Para conocer el origen de las café racer hay que trasladarse a Londres a mediados del siglo pasado. Entre los jóvenes londinenses de entonces surgió un movimiento que mezclaba motos, “rock’n’roll”, cazadoras de cuero, velocidad y carreras ilegales. Y sus puntos de encuentro eran varios "cafés" situados a las afueras de la capital inglesa, que permanecían abiertos hasta bien avanzada la noche.