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Personaliza tu moto sin pasarte

4 minutos 31/08/2018 Última actualización: 22/05/2024

¿Has pensado en darle tu toque personal a tu moto? Desde luego, lo tienes fácil, pero es mejor que te leas esto para no caer en la larga lista de pecados imperdonables que se pueden cometer en el intento.

Moto personalizada
Personaliza tu moto sin pasarte

Lo bueno de plantearte personalizar tu moto es que es eso precisamente, un cuestión personal en la que nadie manda más que tú. No tienes por qué ir siquiera a lo estético, de hecho, desde el momento en que le pegas un adhesivo, ya estás haciendo tu moto más personal. De todas formas, vayamos por partes.

Impregnar tu moto de tu propia filosofía es como todo, hay que hacerlo con un poco de sentido común. Si eres uno de esos usuarios que emplean su scooter con fines prácticos en la ciudad, no vas a llegar muy lejos montando un manillar de “brazos de mono”, estribos adelantados y respaldo con altavoces…. Seguro que nos has entendido.

Una preparación simple para una moto de ciudad puede ser muy atractiva si te fijas en esos accesorios que pueden hacer tu vida más fácil en el tráfico diario. Seguramente, lo primero que se te ocurra sea un parabrisas que te proteja de la lluvia y el frío en los peores meses de invierno. Puedes ir más allá con una de tantas mantas específicas que se comercializan con el mismo fin, así como montar puños calefactables, un soporte de GPS para no perderte jamás y los accesorios adecuados para no quedarte incomunicado por falta de batería. Una buena alarma con sistema de localización también puede ser un gran aparatito que ponerle a tu scooter de ciudad. En lo estético, un adhesivo minimalista puede quedar bien en algún punto estratégico, pero no te metas en más.

Si tienes una moto deportiva las posibilidades de personalización aumentan exponencialmente. La oferta de la industria auxiliar es incluso mayor, ya que hay un montón de componentes para motor, escape, frenos, suspensiones, electrónica, carenados, piezas de carbono, estribos, manetas, tijas, llantas, asientos y un interminable etcétera que colmarán tus sueños más salvajes.


Personalizar con la ley de “menos es más” funciona con, por ejemplo, una combinación de escape homologado con estribos más cómodos, frenos más efectivos y quizá una cúpula más alta para circular en largos trayectos. Desentonan como un pulpo en un garaje, pero encontrarás un beneficio más que tangible cuando el viento te dé un respiro en carretera abierta. En lo estético, también debes ser comedido. Una pintura personalizada ya destaca por si misma si llevas el carenado en blanco con algún patrocinador técnico en la parte baja y las llantas en negro, por proponerte una combinación atractiva.


Otra cosa es que pretendas hacerte una réplica de tu piloto de MotoGP preferido. Aquí vamos a ser claros. Se han visto tantos destrozos estéticos en motos de calle en nombre del amor por las carreras, que sólo podemos aconsejarte que intentes encontrar una réplica de tu piloto comercializada por el propio fabricante. Así te asegurarás un acabado inmejorable, además de la plena seguridad de que cuadran las tipografías y sus tamaños respecto al original.

Si tu moto es una naked, custom, cafe racer o de cualquier otra tendencia, debes saber que también hay cientos de accesorios con más o menos utilidad, pero la gran mayoría tampoco mola tanto. Hay constructores de motos y preparadores que hacen trabajos increíbles, con imaginación, calidad de materiales, buena ejecución y con un gran sentido de la estética. También hay lo que en gremio se vienen llamando “destructores”. No caigas en manos de este último grupo. Poner ruedas de tacos a una gran turismo de carretera que funcionaba como un reloj suizo desde que salió de la cadena de montaje, no es una buena idea. No sólo es una horterada, sino que estarás haciendo inconducible una moto que diseñaron a la perfección un centenar de ingenieros alemanes hace más de cuarenta años. Deja que un preparador de confianza con criterio te haga un par de sugerencias para empezar. Sobre todo, sigue tu instinto y no aceptes nada que no te convenza.


Ante todo, hay que tener buen gusto para personalizar una moto. Utiliza siempre componentes de alta calidad y no dejes de prestar atención al detalle. Es lo que marca la diferencia entre tener una moto preciosa, discreta y súper deseable, o tener un trasto vulgar que nunca hablará bien de ti.

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