MotoGP

Ajustes de seco y de mojado, preparando la moto para todas las condiciones

En las MotoGP todo está medido al milímetro para poder dar el rendimiento máximo en todas las condiciones, pero cuando aparece la lluvia, ¡hay que cambiar el ajuste por completo!

Ajustes de seco y de mojado, preparando la moto para todas las condiciones

El primer elemento a tener en cuenta son naturalmente los neumáticos.

Lo hemos visto muchas veces, comienza a llover en pista, se alza la bandera blanca y los pilotos se dirigen al pit lane para cambiar de monturas. Como sabemos, cada piloto cuenta con dos motos para la carrera, y si hay riesgo de lluvia lo más probable es que la segunda lleve un ajuste para tales condiciones. ¿Pero qué cambia realmente entre el ajuste de seco y de mojado?

Realizar los cambios necesarios para adaptar la moto a la lluvia o a seco, es un proceso que para los mecánicos del Equipo Repsol Honda requiere tan solo de entre 3 y 5 minutos. Los técnicos trabajan de forma simultánea en varias partes para ahorrar tiempo, y es que el clima puede darnos sorpresas inesperadas.

El primer elemento a tener en cuenta son naturalmente los neumáticos. En condiciones normales las MotoGP montan slicks, pero cuando llueve estos se cambian por neumáticos de lluvia que ofrece un mayor agarre en mojado. Aprovechando que la llanta está fuera de la moto, se puede proceder también al cambio de discos de freno si el equipo lo considera necesario. En lluvia era habitual montar frenos de acero en lugar de los de carbono, aunque desde hace un tiempo se usan más estos últimos en todas las condiciones, eso sí, instalando las coberturas que nos permitan mantener la temperatura del disco en un rango aceptable. Lo que sí que se cambia necesariamente son las pastillas de freno, instalando unas más adecuadas para condiciones húmedas.

Los ajustes de suspensión también sufren cambios dependiendo de si se corre en seco o en mojado. En el caso de la rueda delantera, se opta por usar muelles más blandos que se pueden instalar por la parte superior de la horquilla. Los cambios en la suspensión trasera en cambio suelen ser más complicados, ya que hay que extraer todo el conjunto, pero un equipo previsor puede tener un elemento ya preparado con los ajustes adecuados para un cambio integral.

Si instalamos unos muelles más blandos, conseguiremos una mayor transferencia de pesos  al frontal de la moto, permitiendo ganar temperatura y tracción en el tren delantero. Este cambio implica la necesidad de cambiar los ajustes de compresión y extensión del amortiguador. Hay que tener cuidado eso sí, ya que un ajuste incorrecto nos puede perjudicar el tren trasero. Aquí la clave es conseguir un equilibrio difícil de encontrar, aún más en las condiciones cambiantes de una pista húmeda.

Mientras los mecánicos están manos a la obra, el ingeniero electrónico del equipo debe encargarse de cambiar los mapas de la centralita de la moto. El funcionamiento de los programas será muy diferente en lluvia que en seco, con tendencia  a ser más conservadores cuando la pista está mojada y suavizando el manejo.

Por último, un paso que por simple y pequeño que sea no se puede olvidar. Hay que quitar los tapones localizados en la parte inferior del carenado. Estos sirven para contener derrames de líquidos en el caso de una avería, pero, en condiciones de lluvia ¡se llenarían de agua! Para evitarlo las motos tienen de un par de tapones de drenaje.

Una vez la moto está lista, el piloto puede entrar en boxes para hacer el cambio, subirse en su montura adaptada a las nuevas condiciones y salir dando gas.

Volver arriba

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Realizar un comentario implica la aceptación de nuestra política de privacidad