Cultura Motera

¿Con qué actriz motera te quedas?

Hoy nos detendremos en tres actrices que se han convertido en auténticas moteras gracias al cine. Uma Thurman, Angelina Jolie y Carrie-Anne Moss: ¿con cuál te quedas?

Personajes femeninos del cine en moto.
¿Con qué actriz motera te quedas?

El color del vestido o el traje, el peinado, el lenguaje, los rasgos físicos o la capacidad de seducción. Son muchos los detalles que moldean la forma de un personaje, sea real o de ficción. Sea masculino o femenino. También el modo de moverse, pues no es lo mismo andar que ir en coche o volando. Difícil imaginarse a Ironman acudiendo a una llamada de socorro en metro. O al Vin Diesel de ‘Fast &Furious’ huyendo de la policía en bicicleta. Tampoco sería normal que Harry Potter llegara a Hogwarts en un descapotable. Las motos suelen asociarse con la rebeldía, la valentía y el peligro. Más todavía si es una mujer quien las pilota.

Otras estrellas de Hollywood, como hiciera Megan Fox en ‘Transformers’ o Cameron Diaz en ‘Los Ángeles de Charlie’, han tenido relaciones fugaces con las motos. Tangenciales, aunque no menos espectaculares. En el caso que aquí nos ocupa, los personajes se funden con la máquina. Hasta límites inimaginables. El ejemplo más conocido quizás sea el de Uma Thurman en ‘Kill Bill’. Enfundada en su mono de cuero amarillo, a juego con la moto, la actriz pilota por las calles de Tokio en busca de uno de los asesinos que cometieron el error de darla por muerta el día que se casaba en una iglesia. Es uno más de los detalles con los que Quentin Tarantino vistió esta película de culto de principios de siglo.

Angelina Jolie dio vida en ‘Tomb Raider’ a una de las mayores heroínas de la historia de los videojuegos. Se puso en la piel de Lara Croft y le tocó jugarse el tipo en muchas escenas. También pilotó una moto, aunque en las maniobras más arriesgadas echo mano de una especialista con la que compartía silueta y coleta. Jolie siempre se ha declarado una apasionada de las motos. Quizás fuera una de las aficiones que mayor vínculo generó con su expareja, Brad Pitt. En el albor de su relación, en octubre del 2005, fueron cazados de compras en una calle de Edmonton (Canadá). Salieron de un supermercado y se subieron a sus respectivas motos. Desde entonces, y hasta su reciente ruptura, el matrimonio ha alimentado una de las colecciones de motos más millonarias del planeta.

La actriz, más allá de ‘Tomb Raider’, pudo volver a pilotar en la gran pantalla en la película ‘Salt’, en la que da vida a una agente de la CIA obligada a limpiar su nombre y a escapar, en moto si hace falta, de los que la quieren ver muerta.

El último caso de actriz motera es quizás, visualmente hablando, el más espectacular. No es para menos, pues la película ‘Matrix’ supuso un antes y un después en los efectos especiales gracias al buen hacer de las hermanas Wachowski. En una de las escenas más célebres, Carrie-Anne Moss, en el papel de Trinity, tiene que salvar al Creador de Llaves. Les persiguen por una carretera de casi tres kilómetros que se construyó expresamente para la película y que costó la friolera de 700.000 euros. Tardaron cerca de tres meses en grabar toda la secuencia, pero el resultado es espectacular. Aunque no hubiera sido lo mismo sin la moto. Porque nada sería lo mismo sin las motos.

 

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