Cultura Motera

Una Honda CB500 de plástico en el salón de casa

3 minutos

¿Te imaginas usar una impresora 3D para tener la moto de tus sueños? Jonathan Brand se lo imaginó ¡y lo hizo!

Impresora 3D imprimiendo
Una Honda CB500 de plástico en el salón de casa

El diseñador Jonathan Brand se enamoró de las motos en Brooklyn. Le echó el ojo a la Honda CB500, una maravilla de la marca japonesa. Veía muchas por las calles de Nueva York. En concreto, el modelo de 1972.

My Lady

Es un tipo con buen gusto, porque es una clásica de esas que te giras para seguirla con la mirada. Estuvo pensando seriamente en comprarse una, pero le sucedió algo inesperado: tuvo un hijo y no vio claro eso de ir por las calles de Manhattan en moto. Demasiado peligroso. Descartó convertirse en motorista, pero no se olvidó de la máquina de sus sueños. Decidió que tendría una y que se la construiría él mismo. Gracias a una impresora en 3D, y con mucha paciencia, creó su propia CB500 a escala real. Eso sí: de plástico.


Necesitó un año de duro trabajo para tenerla completada. Tiene un peso de 20 kilos y usó un material transparente que dio un resultado visual impresionante. Es una réplica exacta de la CB500 que tanto le gustaba encontrarse por las calle de la Gran Manzana. El faro delantero, el asiento alargado, los cilindros, los retrovisores, el guardabarros, el depósito, la luz trasera, los amortiguadores…, toso está reproducido con asombrosa fidelidad respecto del modelo original. Tiene un cierto aspecto de fantasma. Pero es un espectro que quedaría estupendamente como adorno en cualquier casa.

Honda CB500 1972. 3D print

Brand, nacido en Canadá pero afincado en los Estados Unidos, diseñó primero todas y cada una de las piezas con su ordenador. Usó seis programa distintos para poder conseguir este resultado tan espectacular. Cada trozo tiene su número correspondiente, de manera que el artista puede desmontarla y volver a montarla siguiendo el orden numérico de los componentes de su Honda.

Asegura que el principal problema con el que se enfrentó (la fabricó en el 2015) fue la búsqueda de buenos materiales. Pensó en una impresora a base de resina, pero el precio de fabricación se le disparaba. Es lo que tienen los nuevos inventos, que al principio todo sale carísimo. El bueno de Jonathan también tuvo que echarle horas y paciencia: alguna de las piezas necesitaron un día entero para imprimirse del todo.

Honda CB500 1972. 3D print

Transparente y biodegradable, la Honda CB500 de Jonathan Brand nunca rodará por las calles de una gran ciudad. Tiene el honor, y eso no se lo quita nadie, de ser una escultura que cualquier motero querría tener en el salón. Pero eso sí: jamás os montéis encima para comprobar si es cómoda. El autor tendría que volver a empezar de cero.

Foto cabecera: Ariosvaldo Gonzáfoles | Flickr

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