Cultura Motera

Las motos subastadas más caras del mundo

¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por una moto? ¿De qué modelo hablamos? ¿Qué historia o leyenda esconde? Las subastas de motos son un mundo lleno de gente apasionada dispuesta a pagar mucho dinero por una moto.

Paleta de subasta con número 1 sujetada por mujer con uñas pintadas
Las motos subastadas más caras del mundo

Repasamos algunas de las máquinas por las que más se ha pujado en una subasta de motos.

La primera posición es indiscutible. Hablamos de una moto que cualquier motero podría reconocer por la calle. Se trata de la Harley-Davidson Captain America de 1976. Quizás por el nombre no os suene, pero si os decimos que es la preciosidad que pilotaba Peter Fonda en la película ‘Easy Rider’, seguro que os viene a la cabeza ese depósito con la bandera de Estados Unidos. En octubre del 2014, un desconocido pagó por ella 1.350.000 dólares (cerca de 1,1 millones de euros).

La segunda no apareció en ninguna película conocida, pero sí tuvo un propietario ilustre: el actor Steve McQueen, un apasionado de la velocidad que en el film ‘La gran evasión’ nos regaló una de las escenas moteras más conocidas de la historia del cine. Quizás por ello, y porque solo se fabricaron 12 unidades en todo el mundo, en 2008 alguien se lanzó a pagar la friolera de 852.500 dólares (692.000 euros) por esta Cyclone Board Track Racer de 1913. Fue la más cara hasta que fue destronada seis años después por la Harley de ‘Easy Rider’.

A partir de esa cifra ya aparecen motos muy dispares. Pero se repite muchas veces una misma marca: Brough Superior. Estas maravillosas máquinas tuvieron su época de esplendor en la primera mitad del siglo pasado. Su creador, George Brough, fabricó motos de una potencia sin igual en aquellos tiempos. Una de ellas, la SS100, está pendiente de ser subastada y se estima que podría venderse por un precio de entre 500.000 y 700.000 euros. Se la conoce como Moby Dick, porque al igual que la ballena hace con el mar y los barcos, esta moto engulle kilómetros de asfalto como si no hubiera un mañana.

Esta preciosidad alcanzaba los 185 kilómetros por hora, lo que la convertía en la máquina privada más rápida del mundo en aquel momento. Fue vendida por sus dueños, los hermanos Bilbé, en 1936, y revendida en 1940 para luego permanecer oculta durante toda la Segunda Guerra Mundial. Pasó por un par de manos más y terminó siendo restaurada por Roger Bilbé, hijo de uno de sus primeros propietarios. En el 2011 ya fue subastada por primera vez, alcanzando la vertiginosa cifra de 250.000 euros.

Otros modelos de esta prestigiosa marca también han alcanzado precios desorbitados. Por la Brough Superior SS80 de 1922 se pagaron  463.847 dólares (378.000 euros), y por la SS100 Alpine Grand Sports alguien puso sobre la mesa 452.234$ (368.000€).

¿Cómo se te ha quedado el cuerpo con todo este dineral? Hay que estar muy enamorado de una moto para pagar semejantes cantidades por un vehículo de dos ruedas. Pero seamos francos, si echamos una ojeada a nuestra propia moto, seguro que todos llegaremos a la conclusión de que por mucho que sea un lote más en una subasta, no tiene precio.

Foto cabecera: Repsol

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Comentarios

  1. Enrique dice:

    A pesar de haber tenido un accidente ((complicado)) con mi última moto, sigo amándolas y es cierto que para los moteros de verdad son como uno de nuestros apéndices…por lo que «seguramente» (si hubiese dispuesto de ese capital) puede ser posible que hubiera pujado por alguna de estas maravillas.

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