Cultura Motera

Récords encima de una moto (Parte 3)

3 minutos

Volvemos con los récords más espectaculares encima de una moto. Te vas a quedar con la boca abierta.

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Récords encima de una moto (Parte 3)

Nueva edición de récords increíbles sobre dos ruedas. Nos volvemos a centrar en tipos anónimos que han conseguido cosas inimaginables con sus motos. No lo intentéis en vuestras casas, pero si os animáis, recordad llamar a los tipos del Libro Guinness.

Franz Muellner, más conocido como ‘Austrian Rock‘ por razones obvias, decidió un buen día que sería una idea genial batir el récord de frenar cuatro motos con la fuerza de sus extremidades. Podían pasar dos cosas: que las máquinas ganaran de manera trágica y el bueno de Franz acabara convertido en ‘four Austrian rocks’, o que fuera él quien venciera a los potentes motores al aguantar durante más 10 segundos. El desenlace, en el siguiente vídeo.

Viajamos ahora hasta Filipinas, donde la gente ama las motos casi por encima de todas las cosas. El 11 de abril del 2015, un grupo de 300 moteros se reunieron para quemar rueda.  Todos al mismo tiempo. Ese era el récord, tan fácil y tan difícil como dar gas y que el asfalto se fuera comiendo el neumático. Ya os avanzamos que lo consiguieron, que fueron todos muy felices y que se fueron a casa con una pegatina chulísima que acredita su proeza.

World’s Largest Motorcycle Burn-out from Kisster Kester on Vimeo.

No nos movemos de Filipinas para presenciar otro récord maravilloso. Cuando crees que solo se trata del mayor número posible de motos arrancando a la vez, te das cuenta de que la cosa es mucho más sesuda: ¡es la bocina! Sí, amigos, el Guinness se ganó después de que más de 3.000 moteros pitaran a la vez en una calle de la ciudad de Koronadal. Menudo susto para los vecinos.

David Anderson y Matthew Hine son dos británicos comprometidos con la movilidad. Debieron pensar que las personas que van en un scooter de cuatro ruedas por la calle también merecen vivir la sensación de velocidad. Por eso convirtieron un vehículo pensado para seres humanos con problemas de movilidad en un auténtico bólido. Debían superar el anterior récord conseguido por un danés que puso su máquina a 132 kilómetros por hora. Lo machacaron a lo grande, ahí va la prueba.

El sueco Tom Wiberg también logró su huequecito en la historia de las dos ruedas al construir la que se considera la moto más pequeña del mundo. La llamó ‘Smalltoe’ (dedo pequeño del pie) y le cabía en la mano. Para lograr escribir su nombre en el Libro Guinness de los Récords tenía que demostrar que podía subirse en ella y avanzar. El tipo dejó claro que es un ingeniero pata negra. Ahí le tenéis.

Terminamos con Gary Rothwell, otro británico con mucho tiempo libre y una pasión desenfrenada por las motos que quiso poner su moto a 252 kilómetros por hora. Dicho así no suena a gran proeza, siempre que se haga en un circuito cerrado. Lo que le convierte en un auténtico ‘recordman’ es el hecho de que alcanzó esa velocidad colocándose detrás de la moto y siendo arrastrado por la misma. Se instaló unos mandos en la parte trasera de la máquina y este fue el resultado.

Hasta aquí esta nueva edición de récords sobre dos ruedas. Recuerda avisarnos si te animas a batir cualquiera de ellos. Ahí estaremos para contarlo.

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