De leyenda

La leyenda del Nissan Skyline GT-R, un coche que marcó una época con Repsol

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Cuando hablamos de motos y pensamos en leyendas, a muchos aficionados nos viene rápidamente a la mente el nombre de la NSR500. Pero ¿Cuál sería su equivalente en las cuatro ruedas?

Nissan Skyline GT-R Repsol
La leyenda del Nissan Skyline GT-R, un coche que marcó una época con Repsol

El Nissan Skyline GT-R es sin duda alguna, uno de los vehículos más icónicos y queridos entre los coches considerados históricos. Este modelo, originario de Japón, representó a Repsol en el Campeonato de Turismos los años 1992 y 1993, conquistando el título para la marca en este último.

¿Por qué es el Nissan Skyline un coche de leyenda?

Todo comenzó en 1957, cuando la marca Prince lanzó al mercado el modelo Skyline. Se trataba de un coche con propulsión trasera, equipado con un motor de cuatro cilindros, 1.5 litros y 59 caballos. Este coche sería la piedra fundacional sobre la que se construiría la leyenda del Nissan Skyline.

En 1964 se lanzó la versión GT, que montaba un motor 2.0 de seis cilindros en línea con una entrega de entre 104 y 123 caballos dependiendo del modelo. Este vehículo dio la sorpresa en el GP de Fuji dónde corrió la carrera de GT-II. El Skyline GT en su versión de competición era notablemente distinto a su versión de calle, con una potencia aumentada a 160 caballos y un peso inferior a la tonelada en todo su conjunto.

Los resultados no se hicieron esperar; en su debut, el Skyline pilotado por Tetsu Ikuzawa logró colocarse en cabeza por momentos, sorprendiendo al público y al resto de competidores. Pese a no lograr el triunfo, que fue a manos del Porsche 904 GTS, quedó patente la alta capacidad del Skyline.

Luis Perez Sala compitiendo con colores Repsol

Prince fue adquirida por Nissan en 1966, quien conocedora del potencial del Skyline, creó una nueva versión del mismo en 1968, la tercera generación o C10. En febrero de 1969, justo cuando Repsol comenzó su presencia en la competición, se creó el Primer GT-R.

El Skyline 2000GT-R se trataba de una berlina de cuatro puertas con el emblema GT-R luciendo en su parrilla, tras la cual había un motor S20, derivado de un prototipo de competición. El propulsor de este modelo tenía 6 cilindros en línea, 24 válvulas y una cilindrada de 1989cc. Este motor fue evolucionando con elementos como la inyección electrónica, llegando a dar hasta 230 caballos y subiendo hasta las 8.400 Rpm.

El debut de GT-R fue el inicio de una era triunfal. Tan solo tres meses tras su lanzamiento, ganó la TS-b race en Fuji y continuó demostrando su potencial con más de 50 victorias, 49 de ellas consecutivas (el equipo oficial se anotó 29). Finalmente, Nissan se retiró de la competición en 1972, pero en estos años surgió una versión coupé KPGC10, conocida también como “Hakosuka” (Hako significa “caja” y Suka es una abreviatura nipona de “Skyline”) que se ha convertido en un coche de culto, muy deseado por coleccionistas.

Skyline GT-R con colores repsol

La leyenda regresa, el Skyline R32 GT-R

En 1973 se canceló la producción del GT-R y hubo que esperar más de una década y media para que el mundo conociese el Skyline R32 GT-R. Nissan continuó evolucionando el modelo, sacando nuevas versiones, algunas de las cuales triunfaron en la competición, lo que impulsó el deseo de resucitar la leyenda de este coche mítico.

En mayo de 1989 se presentó la octava generación del Nissan Skyline, el R32, y tres meses más tarde hizo acto de presencia el nuevo GT-R con tecnología y elementos mecánicos del máximo nivel. Reinaba indiscutiblemente en los circuitos, y los ingenieros que lo idearon lo hicieron con eso en mente. Este fue el modelo que junto a Luis Pérez Sala conquistaría el Campeonato de España de Turismos en 1993.

Luis Pérez Sala compite en un Nissan Skyline-r

Una de las novedades más significativas del R32, era el tren de transmisión ATTESA E-TS (Sistema de ingeniería de tracción total avanzado con distribución de par electrónico, ¡Ahí es nada!). Este sistema era capaz de entregar el par entre las cuatro ruedas gracias a un sistema electrónico que tomaba 10 mediciones de la velocidad de las ruedas, y de las aceleraciones laterales y longitudinales del coche cada segundo. Los sensores no eran tan avanzados como los que se encuentran en la Honda RC213V, pero para la época supusieron una revolución. En condiciones normales la transmisión enviaba el 100% del par al eje trasero, pero al detectar la necesidad, podría enviar hasta el 50% al delantero para compensar.

Otros sistemas clave eran la dirección a las cuatro ruedas HICAS (Dirección de alta capacidad activamente controlada) y la suspensión multibrazo en todas las ruedas. Todos estos añadidos otorgaban al conjunto un peso superior a los 1.400 kg, pero lograba que el coche se agarrase al asfalto como ningún otro.

Para compensar el aumento de peso, Nissan creó un motor especialmente para este coche. El RB26DETT, un 2.6 en línea DOHC con doble turbo que entregaba 280 caballos de potencia y 350 Nm de par. La capacidad de este motor sobrepasaba con frecuencia la potencia máxima que se le atribuía, y eso sin tener en cuenta las mejoras que podían hacerse de cara a aumentar su rendimiento.

Nissan Skyline Repsol

El resultado era un coche con un paso por curva espectacular, y que aceleraba de 0 a 100 en la friolera de 5 segundos y medio. Con unas capacidades tales, no es de extrañar que el nuevo GT-R se convirtiese en el rey de circuitos y carreteras.

El Skyline R32 GT-R ganó consecutivamente cuatro campeonatos japoneses de turismos, de 1990 a 1993, dominando las 29 carreras disputadas, así como otras tantas pruebas internacionales mientras firmaba récords de tiempo en múltiples trazados como el Nürburgring Nordschleife. Este palmarés tan brillante le valió el sobrenombre de “Godzilla”, un enorme portento que dominaba cualquier desafío a su paso.

Luis Perez Sala, piloto Repsol

A lo largo de los años han salido ediciones conmemorativas que han mejorado aún más las prestaciones, y también nuevas generaciones de Skyline. La Unión de este vehículo con Repsol conquistó 5 victorias y otros 9 podios en el Campeonato de España de Turismos.

En 2019, el Nissan GT-R cumple su 50 aniversario, justamente el mismo año que lo hace Repsol en la competición.

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